Revista Cultura y Ocio

Flesh Of My Flesh – Orange Juice

Publicado el 05 julio 2014 por Srhelvetica
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Pero qué a gusto estais, sin las parrafadas del Sr. Helvetica, ¿eh?. Qué bien se vive sin toda esa verborrea, sin el peso aplastante de tanto entusiasmo mal distribuido, sin tener que levantar las cejas cada vez que haceis clic sobre el ratón. No vayais a pensar que no lo sé, panda de sinvergüenzas: soy plenamente consciente de que sin toda aquella lluvia que caía de forma inmisericorde sobre vuestras cabezas, sin la programación ordinaria (viene de ordinariez) de Tele 5, sin todo aquel desierto de aburrimiento y agobio que os ataba a la silla de oficina, este blog no es nada. Chequeo las estadísticas desde mi móvil y qué veo: ah, cabrones, las visitas hundiéndose en el abismo, el eco escalofriante de mis palabras rebotando contra el cristal de un monitor apagado. Como si no lo supiera.

Pero creedme, yo estoy aún mejor que vosotros. Ungido por el sol, entregado a la danza deliciosa del levante vs. poniente, salpicado por esa forma sólida de felicidad llamada salitre, me hallo acumulando fuerzas para el momento en que mi breve dosis anual de nirvana llegue a su fin, y sea deportado de nuevo a la vida. Urdiendo tal vez en mi mente (¿no escuchais el chirrido?) una entrada capaz de dinamitar todo esto del blog, un pequeño Hiroshima en el corazón mismo de la blogosfera, algo definitivo que acabará para siempre mi estatus de dispensador de chorradas musicales. (Por cierto ¿no os parece que la sección de guilty pleasures lleva ya mucho tiempo sin actualizarse?).

En fin, aún no ha llegado ese día de liberación, pero mientras os vais proveyendo de un buen cubo de sangre de cordero con la que marcar las jambas y dinteles de las puertas de vuestras casas, vamos a dejar que nuestro amigo el programador automático de publicaciones haga -una vez más- su abnegada labor. Y como (muy en el fondo) no soy un mal tipo, vamos a seguir con un rollo muy refrescante y feliz, que es lo que pide este tiempo.

Orange Juice: pocas visitas, seguro, pero la calidad está asegurada. Por aquí se han dejado caer sólo una vez (“Wan Light” ¿a alguno le suena?) pero eran tan buenos que se merecerían un blog para ellos solos. Los dejamos en aquella ocasión en febrero de 1982, y nos los volvemos a encontrar ahora, tan sólo unos meses después. Menudo estajanovista, Edwyn Collins: en noviembre de aquel mismo año se publica “Rip It Up”, la continuación del deslumbrante (y no superado, todo hay que decirlo) “You Can’t Hide Your Love Forever“. De la formación original sólo queda Collins, que suple la espantá de James Kirk y el resto de miembros de la banda con la incorporación de Malcolm Ross (buscadle también en las formaciones de Josef K o Aztec Camera) y el baterista de Zimbabue Zeke Manyika. Al loro con este último: es el principal responsable del giro africano (a mí no me entusiasma, pero..) de algunos de los temas del disco.

Pues bien, el disco sin duda queda por debajo del listón que había establecido el disco precedente, pero no les fue nada mal: el elástico tema titular se convirtió en el mayor éxito de la banda, llegando incluso al top ten de las listas británicas. Todo un logro para un grupo que, desde sus firmes posiciones, prácticamente estaba inventando la independencia.

Pero yo he venido aquí a hablar de mi libro otro de los temas de aquel disco: a priori una composición menos bailable que otras de las canciones en él contenidas, pero indudablemente uno de los tres mejores del largo (los otros dos serían el ya mencionado “Rip It Up” y un “I Can’t Help Myself” que a buen seguro satisfizo a quienes esperaban una continuación del exitoso disco anterior). Humm.. ¿He dicho tres? Caramba, me estoy dejando fuera del podio a “Louise Louise“, y no sé si debería… Pero a lo que íbamos: en “Flesh Of My Flesh” están los ingredientes de la chispeante fórmula secreta de Orange Juice, a saber, las guitarras rítmicas, la voz ácida de Collins, la herencia punk y hasta un toque de su antagonista, la música disco. Pero si hoy este tema está aqui es por su perfecto arranque: joder, qué manera de plantear un tema, con probabilidad, uno de los mejores comienzos de una canción pop que se puedan encontrar en mi discoteca. Diez segundos, diez, les bastan a los Orange Juice para robarnos el corazón: una vez presentada la fabulosa melodía del tema, sabes que pase lo que pase, ya nada puede salir mal. Y no me enrollo más, que (casi) estáis ya de vacaciones.

Here’s a penny for your thoughts
Incidentally you may keep the change
And here’s a book of etiquette
I bought to keep sane And mutual friends say make amends
And a stitch in time saves nine or ten
Goodbyes Flesh of my flesh
Flesh of my flesh
Flesh of my flesh The difference between you and me
Is that the world owes you a living
And you always tow the party line
In your loving and your giving Our mutual friends say make amends
And a stitch in time saves nine or ten
Goodbyes Flesh of my flesh
Flesh of my flesh
Flesh of my flesh

 

Publicado en: Greatest HitsEtiquetado: 1982, Indie Pop, Orange Juice, Polydor, Rip It UpEnlace permanenteDeja un comentario

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