Flor de Santa Lucia

Commelina erecta o flor de Santa Lucía, es una planta herbácea perenne que pertenece a la familia Commelinaceae. Originaria del sur de Estados Unidos y Argentina.
Sus flores de color azul-violáceas, purpúreas o blancas van dispuestas en cimas y protegidas por brácteas.
Alcanza de 20 a 90 cm de altura, ramifica casi desde la base. Los tallos son verdes, carnosos y cilíndricos. Las hojas son lanceoladas y sus vainas cubren yemas capaces de producir ramificaciones. Los primeros macollos aparecen cuando la planta posee 3 a 4 hojas.
En densidades bajas cada planta es capaz de producir aproximadamente 50 ramificaciones basales. Las inflorescencias están protegidas por una espata verde y las flores comprenden dos pétalos azules o blancos unidos al final, un pétalo blanco más pequeño, numerosos estigmas amarillos y un estambre.
Son de hoja simple, brillante y lanceolada, 15 cm x 3 cm, algo puntiaguda, hacia la base se torna redondeada y con un par de pequeños lóbulos (aurículas) a los lados, luego se hace tubular formando la vaina que envuelve al tallo, con pelos blancos principalmente sobre la vaina.
Los frutos son cápsulas con tres semillas, dos arriñonadas y la tercera ovoide
Su clima preferido son los templados o cálidos. Tolera los suelos compactos y pobres pero necesitará de un buen drenaje.
Es una planta muy fuerte ante los ataques de las plagas y de las enfermedades, y buena para cubrir el suelo.
Esta planta es muy atractiva para las abejas que realizan la polinización.
Leyenda:
Una de sus denominaciones comunes más populares - Santa Lucía o Hierba de Santa Lucía – nos remonta a la historia de una joven siracusana de nombre Lucía, que en época de Diocleciano fue perseguida por los romanos por no negar su cristiandad y condenada a muerte. Antes de ser ejecutada le fueron arrancados los ojos pero no pudieron quitarle su capacidad de ver, por ese motivo la tradición cristiana otorgó un simbolismo especial a los ojos de Lucía, que es considerada patrona de los ciegos. Como a la hierba, le atribuyen propiedades curativas en malestares oculares. El líquido que se acumula en sus flores fue utilizado tradicionalmente como colirio.