Revista Cultura y Ocio

Flor negra: El címbalo de oro de Ramón Valdés

Por Elii Vela @BooksMinion
CoverFNECDORVElizondoBKMEl címbalo de oro de Ramón Valdés Elizondo
Ilustrador: Richard Zela
Serie: Flor Negra #1
Editorial Océano Travesía
Publicado en: 2015
Páginas: 228
Formato: Paperback
Conseguido en: Editorial
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Cierto día, Aaj Beh, un viejo hechicero y curandero maya encuentra en la selva a una joven agonizante. Ha sido golpeada y violada por un grupo de desconocidos. El anciano lleva a la muchacha a su cueva y, haciendo uso de remedios y pócimas tradicionales, la ayuda a recuperarse. La chica, quien recibirá el nombre de Nikté, demuestra una sensibilidad muy peculiar. No sólo tiene facilidad para asimilar las enseñanzas de Aaj Beh sobre el arte de curar, sino que también posee el don para “ver” más allá del mundo visible. Ello la llevará a emprender un peligroso viaje al inframundo o Xilbalbá para recuperar una misteriosa y poderosa reliquia.

*Recibí este libro de manera gratuita a cambio de una reseña honesta. Esto no afecta mi opinión sobre el libro o el contenido de mi reseña.*

México es un país tan diverso culturalmente hablando, que es una verdadera alegría leer libros que rescaten esas tradiciones y cosmovisión de nuestros pueblos antiguos, en ese sentido, El címbalo de oro ha conseguido enamorarme. Yo quise ser arqueóloga hasta que tuve edad suficiente para descubrir que esa carrera no existía en mi estado y que no tenía los recursos para estudiarla en otro lado, y dado el lugar en el que vivo, la cultura Maya se ha llevado siempre mi preferencia. Por eso me encanta que se haya hecho este libro. 

Sin embargo, yo no conseguí encariñarme con los personajes. Desde el inicio sabemos lo que le sucedió a Flor Negra, la protagonista; es algo terrible, que no esperaba (ni hubiera deseado) fuera desgarrador leer, pero por más que leía de ella, no sentía empatía, no lograba congraciarme con su dolor, no sé, no conseguía que me importara lo que le había sucedido. 

Lo mismo pasó con los demás personajes. Ajbeh era un hombre poderoso, y yo quería verlo, quería sentirlo salir de esas páginas y no sentía que pasara nada de eso, por más que siguiera leyendo no llegué a un punto en el que me emocionara de verdad.

Creo que el problema está en la narración. Yo me quejé de alguna manera de las enormes descripciones en Cuando te vuelvas real, porque de cierta forma alentaban la lectura, pero creo que aquí se necesitaban. Había momentos en que me enganchaba con lo que estaba sucediendo, todo misticismo y demás y entonces, se acababa todo de golpe. Esa primera parte del libro era fundamental y siento que no fue bien aprovechada. La segunda parte la disfruté mucho más, no voy a negarlo. Hasta donde supe, los dos siguientes libros salen en 2016 y 2017, lo que me hace pensar que para cuando salgan aquellos, ya no recordaré ni qué sucedió en éste. (Si no me creen, pregúntenme por qué no he terminado de leer Refugio o Sueños de dioses y monstruos :/)

Al final, creo que El Címbalo de Oro es una muy buena primera parte de la trilogía y espero que lo que viene sea mucho mejor, que nos regalen más descripciones, que se ahonde más en cada personaje para que podamos de verdad disfrutar de ellos. 

three-half-stars

Rating Report

Trama 3.5 Stars

Personajes 3 Stars

Ritmo 3.5 Stars

Escritura 3 Stars

Portada 5 Stars

Overall: 3.6

Elii Vela

El post Flor negra: El címbalo de oro de Ramón Valdés apareció por primera vez en Book's Minion.


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Por  Ramon Valdes Elizondo
publicado el 28 abril a las 04:53

Gracias Elii por tu crítica, tomo nota de muchas de tus observaciones. La primera entrega de una trilogía es una gran apuesta, se corre el riesgo de perder el interés de los lectores, pero si se logra despertar el interés por saber qué sigue, creo que se ha logrado el objetivo. Ahora viene la responsabilidad del escritor de lograr que la novela se torne entrañable. En mi defensa te diré que posiblemente tengas que volverle a echar un ojo a la primera parte si decides darme la oportunidad de leer la segunda parte, créeme, hay mucho entre líneas. Gracias una vez más por tus comentarios y te deseo buen camino, caminante...