Este texto exclusivo para jaque lo escribe Florencia Battiti , curadora de la última Bienal de Venecia y directora del Parque de la Memoria:
Aquí estamos, reflexionando un poco sobre qué nos trajo y qué nos dejará la bendita pandemia. Nos trajo tiempo, impuesto sin duda, pero tiempo al fin. O mejor dicho: nos trajo un cambio de percepción en relación al tiempo. La máquina se paró, la línea de montaje se detuvo, el cronómetro estalló y apareció un tiempo más distendido que nos exige una relación otra con uno mismo.
Y el aislamiento nos puso frente a las pantallas más que nunca. Solo para comprobar que no podía ni podrá sustituir los espacios de encuentro real. La práctica artística, digamos el arte, es una experiencia que apela a la realidad a partir de todos nuestros sentidos ¿Qué pasa cuando solo podemos acceder a la experiencia estética a través de
las redes? ¿Sigue siendo una experiencia estética o se convierte en entretenimiento?
¿A qué exactamente la pandemia le puso un paréntesis? ¿Al arte o al mundo del arte?
Quién sabe las marcas que dejará la pandemia una vez que se retire… Hoy, día 22 de
cuarentena, tengo la sensación de que la ideología del “yo primero” fue perdiendo
fuerza y que al menos en la Argentina la prioridad que se le está dando a la salud sobre
la economía tiene un consenso bastante amplio. ¡ Y qué decirte sobre tener un
Ministerio de Salud en plena pandemia y no una Secretaría achicada y sin presupuesto
! En estos últimos días el Estado apareció ante los ojos de quienes lo demonizaban consu verdadera cara: siendo el garante de la ciudadanía. Ahora bien
¿Será recordado este rostro cuando el drama afloje o es que la ideología del “yo primero” solo se encuentraagazapada por el miedo?
“No existía la niebla en Londres hasta que Whistler la pintó”, solía decir Oscar Wilde.
Siempre pensé que preguntarse qué es el arte o para qué sirve el arte resulta inútil,
pero en estos últimos días me encontré tratando de imaginar mi aislamiento sin
música, sin mis libros, sin cine o buenas series, sin las obras con las que convivo en mis 60 metros cuadrados, y me pareció el infierno mismo.
El arte posiblemente sea un ejercicio contra la muerte, contra la rutina inercial, contra la mediocridad. Es pensamiento crítico y sensible acerca de situaciones que no tienen solución, acerca de la pérdida y el vacío que la pérdida deja. Es decir y contradecir el
mundo.