La réplica del David a las afueras del Palazzo Medici.
Atravesada por el Río Arno, Florencia es sin duda la capital del arte lo cual lo deja plasmado en cada una de sus plazas y palacios. Fue la cuna de uno de los movimientos más importantes en el siglo XIV llamado "Renacimiento" de la mano de la Familia Medici que puso en la palestra a grandes artistas como Miguel Angel y Filippo Brunelleschi. Hoy día es una ciudad rica en historia y portadora de los paisajes más bellos del "país de la bota".
Florencia fue nuestra última parada y a estas alturas ya había superado el incidente de mi cámara en París. Llegamos temprano en la mañana en tren desde Roma y enseguida empezamos a recorerla. Nuestro hotel estaba localizado a una cuadra de la Piazza Del Duomo, punto de referencia y hervidero turístico de la ciudad. Allí, en esa ciudad de calles estrechas y adoquinadas, se mezclan en perfecta armonía la grandes marcas de moda y hasta famosas franquicias americanas alojadas en antiguos y elegantes edificios.
Vitrina de Dolce & Gabbana
Comiendo en Florencia.
Nuestro recorrido por Florencia no estaría completo si no probábamos las delicias locales. Gilli, localizado en Piazza Della Republica es desde 1733 un punto de referencia de la exquisita pastelería de la zona. Infinidad de Macarrons, tartaletas y tortas adornan la hermosa vitrina. También podrás disfrutar paninis y una variedad de pastas.Macarrons de Gilli.
Tartaletas y Pies de frutas de Gilli
A un costado de la Piazza del Duomo está el Café Mokarico. Es una parada obligada en pleno centro de Florencia. Allí se podrá comer practicamente, de todo, desde pescados, mariscos, paninis pero sobre todo pasta. Nuestra favorita fue un duo de pastas en salsa blanca y pomodoro que estaban deliciosas. El postre no podía ser otro que los helados. En Florencia hay heladerías en la mayoría de las esquinas y sus conos son fabulosos, desde los tradicionales hasta los cubiertos de chocolate con nueces.
Fachada de Mokarico en Piazza del Duomo
Duo de Pastas en Mokarico
Diferentes Conos de Helado en Mokarico
Los desayunos eran vastos y deliciosos. El Hotel Laurus lo sirve en su ultimo piso y con una vista maravillosa de Florencia. También pudimos probar la auténtica comida Florentina en un café cerca del Mercado del Cuero. En este restaurante probamos el Bistec Florentino con papas fritas que no me agradó mucho ya que no tenía nada especial. También pedimos una sopa campesina llamada "La Ribollita" que venía con todo tipo de vegetales y migas de pan. Este era el plato de la gente pobre de la época que ha perdurado y hoy forma parte de los menú tradicionales de Florencia. Hubo que ajustarle la sal para poder disfrutarla al máximo. Por ultimo un Risotto de Camarones que fue una decepción total.Desayuno del Hotel Laurus
Bistec a la Florentina
Risotto de Camarones
La Ribollita. Sopa tradicional Toscana
Una tarde en el corazón del Chianti.
Visitamos la región del Chianti y disfrutamos los maravillosos paisajes de la Toscana que están fuera de la imaginación.
Durante el tour visitamos la bellísima ciudad de Castellina in Chianti, allí pudimos encontrar tiendas especialmente de productos típicos toscanos, elegantes cafeterías donde es posible hacer una pausa para poder disfrutar de un café o de un delicioso helado. Nuestro tour siguió a una fantástica hacienda de Poggio Amorelli donde junto con un guía, recorrimos las bodegas y conocimos el prodedimiento en la producción del vino y de una degustación de diferentes vinos que la hacienda produce acompañados de embutidos, bruschetas y fiambres típicos.
Luego nos diriginos hacia la espléndida fortaleza de Monteriggioni donde disfrutamos de una degustación de aceite de oliva y de vino en una bodega típica para culminar una puesta de sol como pocas, sobre la región Toscana.
Monteriggioni in Chianti
Fortaleza de Monteriggioni
Café en la fortaleza de Monterrigioni.
Bodegas Monte Chiaro en Monteriggioni
Chianti Clásico en Monteriggioni
Degustación de Aceite de Oliva
Una tienda de productos tosacanos en Monteriggioni.
Finca de Poggio Amorelli
Parte de las bodegas de Poggio Amorelli.
En la degustación de vinos y vinagre balsámico en Poggio Amorelli
Tienda de Productos Toscanos en la Finca de Poggio Amorelli
La chimenea de la tienda de Poggio Amorelli
La enoteca en Castellina
Una pequeña tienda en Castellina
Productos locales en Castellina.
Una pequeña galería de arte en Castellina.
No hay palabras para describir nuestro recorrido por la Toscana. Se nos quedó mucho por conocer y ya preparamos nuestro próximo viaje para seguir vivíendola. De regreso a Amsterdam para tomar el avión que nos trairía de vuelta a Panamá cargados de hermosos recuerdos y repletos de arte y cultura.