La impresión 3D está de moda, y a medida que continúa mejorando surgen proyectos cada vez más sorprendentes que hacer con esta técnica. Los campos de la joyería, diseño industrial, calzado, arquitectura, ingeniería, automoción y sector aeroespacial, industrias médicas… están aprovechando ya las oportunidades que ofrecen estas nuevas tecnologías de fabricación de objetos tridimensionales.
Durante los últimos 18 meses, el artista e inventor Joshua Harker ha utilizado la impresora 3D para crear una mezcla perfecta entre arte digital y arte floral, y ha estado trabajando en el desarrollo de la próxima generación de impresión tridimensional. Esta nueva tecnología mejora la calidad, la capacidad, el coste y la facilidad de uso de la impresora 3D, facilitando el trabajo de los creadores de arte contemporáneo de todo el mundo.
Harker utiliza su propia financiación para el desarrollo de la impresión en 3D, pero recientemente ha puesto en marcha una campaña de Kickstarter para ayudarle a completar sus investigaciones. A cambio de ayuda financiera, el artista ofrece estos impresionantes centros de flores artificiales diseñados por él mismo, titulados ‘Mazzo di Fiori’.
Estos centros de flores artificiales son verdaderas obras de arte floral, y están compuestos de diminutas filigranas que emulan un ramo de flores blancas emergiendo de un estanque… aunque bien podrían confundirse con inmaculados ramos de novia. Esta escultura incluye doce flores de 10 pulgadas, un nenúfar con su flor de loto, y un soporte que simula las ondas en el agua. ¡Qué maravilla lo que pueden hacer las impresoras 3D!
Todas estas flores exóticas (o flores raras, puesto que muchas son de invención del artista) se han impreso en SLS poliamida (esencialmente un polvo de nylon fusionado con láser) con la impresora 3D con la que trabaja Harker. Esta genial idea de agradecimiento se le ocurrió al propio diseñador. Ya que está pidiendo ayuda, ¿Qué mejor manera de decir gracias que con un ramo de flores?
Estas obras de arte en 3D son una fusión entre tecnología, arte y naturaleza, y son unos regalos originales que no podríamos encontrar en las galerías de arte actual. Arte y decoración se unen para ofrecer imágenes de flores hechas con filigranas detalladamente diseñadas. Y además estas obras de arte salidas de impresoras 3D tienen su mensaje.
“La composición celebra la armonía y la belleza de las fuerzas opuestas y enfrentadas”, explica Joshua Harker. La superficie del agua representa el plano de separación entre el líquido y el gas, mientras que las flores unen ambos mundos. “Un ying y yang del medio ambiente”, aclara el artista. El color blanco puro le da un aspecto de inocencia y claridad, pero también de arte futurista y de diseño.
Joshua Harker define su trabajo en la impresora 3D como un apasionante viaje de exploración y descubrimiento, un intento de encontrar pistas sobre cómo se perciben las formas y la realidad. “Yo uso la tecnología no sólo a causa de su absoluta necesidad, sino que me siento absolutamente obligado a hacer arte con ella para humanizar lo inhumano, como hemos hecho con la piedra, la arcilla, el metal y la madera”, sostiene en su página web no sin cierta poesía. “Quiero utilizar los datos digitales como medio, el ordenador como pincel, y la impresora 3D como fragua”.
Y vosotros, ¿qué haríais con una impresora 3D? ¿Cómo creéis que será el arte del futuro?
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