Revista Cultura y Ocio

Flores en la tormenta de Laura Kinsale

Publicado el 27 octubre 2017 por Marili @otroromancemass
Flores en la tormenta de Laura Kinsale
Sinopsis:

Un clásico del género romántico histórico, una de las historias de amor preferidas de las lectoras.Él era uno de los hombres más brillantes y seductores de la alta sociedad inglesa hasta que la tragedia le condenó a un mundo de silencio y locura; ella, un alma sencilla y generosa que creía en el poder de la redención. Y esta es una de las novelas de amor más hermosas y originales que se hayan escrito.Desde que fue publicada en Estados Unidos, Flores en la tormenta se ha convertido en una de las historias románticas más elogiadas por crítica y público. Es uno de esos libros que, por la intensidad y la belleza con que logra transmitir los sentimientos, despierta la admiración de las mejores autoras del género. Pero, aún más importante, es una de esas novelas que las lectoras no se cansan de recomendar y que año tras año votan entre sus preferidas... porque para ellas Flores en la tormenta es, realmente, un título indispensable y una joya dentro del género.

Opinión personal:
«Flores en la tormenta» fue publicada en 1992. Es todo un clásico y creo que la fama que la acompaña es del todo merecida.Para mí ha sido una relectura, hace bastantes años que pude hacerme con ella,  y disfrutarla. Pero como otros clásicos, la empecé con pies de plomo y con miedo por si no superaba el paso del tiempo, después de terminarla solo diré: Una de mis joyitas, de esas novelas ante las que me quito el sombrero. La he disfrutado mucho más que la primera vez que la leí.
Fue mi primer contacto con Laura Kinsale, mucho se puede hablar de esta autora  ─ una de mis preferidas −, aunque sé que provoca opiniones opuestas y admito que no resulta ligera. Es necesario una lectura pausada.
Después de la friolera de 25 años. Un dato que me parece muy relevante para apreciar la originalidad, no tan solo de su argumento sino también de los personajes que la componen sigue conservando actualidad.  Es una historia que, en mi humilde opinión, ha pasada ya a formar parte de los clásicos y las lecturas imprescindibles de cualquier lectora de romántica, al menos de histórica.
Son tantos los temas que me parecen geniales que me da miedo no transmitir mi entusiasmo por esta historia, y al mismo tiempo, admito que la dureza de algunas escenas y de la situación del protagonista; así como la gran ambientación y crítica de la época que hace la autora, puede hacer que pierda puntos de cara a algunas lectoras. Siempre lo digo, una sola novela, mil lecturas e interpretaciones distintas.
La historia parte con la presentación del protagonista masculino, Christian, duque de Jervaux, fiel representante de una clase social pudiente que está a vuelta de muchas cosas. Seductor y simpático, pero un gran mujeriego que sabe que puede conseguir de las mujeres todo lo que se proponga. Con grandes responsabilidades desde muy joven y con una familia en la que no termina de encajar, es un perfecto rebelde. Su mente privilegiada, casi un genio para las matemáticas,  es la que le da ese carácter tan despreocupado de aparente irrespetuosidad y mucho pasotismo Es justo ese vínculo con la ciencia es el que le pone en contacto con personas de tan distinta condición como Maddy.
Maddy es la hija del hombre que comparte su interés por las matemáticas. Poco o nada tienen en común a parte de ese pequeña unión y apenas mantienen relación. Cuáquera, sencilla y estirada que vive bajo los preceptos de esta secta protestante. No reconoce las distintas clases sociales, mucho menos, el papel de la nobleza y es, cuanto menos, una mujer de lo más estricta. Una joven de gran corazón y que luchará ante cualquier injusticia. Obstinada donde las haya, y eso es algo que entiendo que puede disgustar a más de una lectora. No voy a negar que en más de una escena me ha sacado de mis nervios, pero entiendo que forma parte de la riqueza del personaje y de la realidad de quien ha vivido toda su vida inmerso en una secta y que le ha restado, casi, su capacidad para tener sus propias opiniones.Creo que eso la hace un mejor personaje, un despertar que al final, al igual que Christian  hace con un mundo que conoce para intentar crear el mundo que ella quiere.
Flores en la tormenta de Laura KinsaleTodo cambia cuando Christian sufre un ictus o algo similar.
Los efectos secundarios que le quedan serán el punto de partida para que Laura Kinsale nos introduzca en temas tan poco plasmados en la novela romántica y tan alejados de los bailes de salón y las reuniones musicales: la realidad de los centros para enfermedades mentales, la impotencia de los catalogados «dementes», la hipocresía de las buenas familias, la falsedad de la religión o la mala influencia de las sectas. Son muchos los temas que son tratados con gran crudeza y realismo.
La veracidad con la que los trata te deja con el alma en vilo. Algunos pasajes son verdaderamente desgarradores y, en mi opinión, el trabajo que ha realizado con el personaje masculino, es realmente magistral. Para recomponer el mundo que se resquebraja a su alrededor tiene que empezar a recomponerse él mismo como persona ya que se lo han robado todo, hasta la dignidad. Estamos ante un personaje que, como prototipo puede que no fuera del gusto de muchas, pero desde el principio empiezas adorándolo para terminar admirándolo por la fortaleza con la que lucha ante su infortunio y, también, por cómo le va afectando como persona dicha asimilación. Me quedo corta, lo sé, pero es que no sé reflejar lo que me ha hecho sentir sin plasmarlo con algunos ejemplos, y sabéis que siempre intento evitar desvelar la historia con pequeños detalles que podríais disfrutar tanto como yo. Me quedo con la descripción que hace de él la propia autora: «No está loco, está enloquecido»

Es posible también, que al ser una historia conocida me haya dedicado a disfrutar más de pequeños matices y detalles que demuestran la calidad de la autora, dejando de lado que la historia y el estilo guste más o menos.

Su relación no será fácil y es de esas que fluyen de forma muy pausada. No creo que pueda ser de otra forma ya que, estamos ante dos personajes totalmente opuestos, pero es una historia preciosa. Rica en frases y escenas que, alejándose del simple «te quiero», plasman el amor entre dos personas.
No tan solo podemos hablar de dos grandes protagonistas. Los personajes secundarios son muy buenos ejemplos que tipifican la realidad social de la época. Desde la madre beata de corazón frío, hasta la tía con corazón egoísta. Nadie es bueno o malo, sino que en muchas escenas nos trasmite la dualidad del ser humano, su moralidad, su bondad y sí, también esa maldad o egoísmo. No podemos olvidar que el tópico de que el dinero y el poder rompen las mejores familias el algo que sigue muy presente hoy en día y en aquella época seguro que no sería menos.
Podría seguir escribiendo, es de esas lecturas que emocionan tanto que poco sé reflejarlo en papel. Mis miedos a que no pasara el examen del tiempo eran totalmente infundados, al contrario, como ya he dicho, la he disfrutado mucho más que la primera vez y, pese a ser una novela falta de grandes giros, en las que el argumento transcurre con el crecimiento de los propios protagonistas creo que es de esas historia que merecen ser leídas. Al menos para poder opinar sobre ellas. Sí, pese a que no es una lectura ágil, pese a que Maddy es posible que no sea vuestra protagonista femenina preferida. Pero, en estos momentos en los que, en mi humilde opinión estamos atravesando una pequeña crisis en el mundo de la novela romántica, y la mala fama nos persigue, este debería ser uno de esos títulos que demuestran que dentro del género también tenemos obras sublimes.
Datos de interés: Ficha del libro - Ficha de la autora - Web de la autora

Pepa 

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