Días atrás, numeroso sitios web y medios tradicionales replicaron/celebraron la noticia de que Warner Bros y la productora de Steve Carell compraron los derechos para volver a filmar Un novio para mi mujer. Sin embargo, la primicia de la revista Variety preocupa seriamente a los espectadores que recordamos/repudiamos la adaptación made in Hollywood de Nueve reinas.
Conmueven poco los diagnósticos sobre la visibilidad internacional del cine argentino. Intrigan apenas las especulaciones sobre quiénes encarnarán al Tenso y la Tana (¿Tense e ‘Talian-girl?). En efecto, nada alentador importa cuando nos gana el terror que generan las (o ciertas) remakes.