Revista Psicología

¿Fobia escolar o novillos?

Por Centro Psiconet

Hoy en día nos encontramos con numerosos niños que dicen que no les gusta el colegio. Unos porque se aburren, otros porque no tienen amigos, etc. Pero ¿cuándo esta situación es un problema? ¿cómo podemos diferenciar si es que no quiere o que no puede?

Cuando hablamos de fobia escolar, hablamos de niveles muy intensos de ansiedad en los que hay un rechazo prolongado a ir al colegio por miedo a algo relacionado con el contexto escolar. Sin embargo, “hacer pellas o novillos” no implican ansiedad, sino que el colegio es aburrido o aversivo para ellos y buscan algo más divertido.

En la siguiente tabla podemos ver las principales diferencias para entenderles:

FOBIA ESCOLAR

HACER NOVILLOS

El niño tiene un miedo intenso o una ansiedad excesiva al ir al colegio y a situaciones relacionadas con él (que le pregunten la lección, salir a la pizarra…). Se aburre intensamente en clase, no trabaja. Hay cierta aversión pero no ansiedad.

Se niega a ir al colegio refiriendo diversos dolores y se resiste a los intentos de los padres para que asista. No opone resistencia a la hora de ir al colegio, finge asistir con normalidad y luego se escapa sin que le vean.

Si vuelve a casa, no lo oculta a los padres, pero pone cualquier excusa. Si no va se queda en casa, pero si escapa va a casa también. Al escaparse del colegio no va a casa, sino que se queda en el parque o en la calle. Los padres desconocen donde está y se sorprenden al enterarse.

Tiene buen rendimiento escolar previo a la aparición de la fobia. Suelen tener bajo rendimiento escolar y otros problemas escolares.

Buen comportamiento del niño en clase, sin conflictos. Falta de disciplina, agresiones, desafío a la autoridad…

Problemas asociados: otros trastornos de ansiedad, retraimiento social o depresión. Problemas asociados: agresividad, conducta antisocial, drogas y delincuencia.

Por esto, es muy importante identificar el motivo por el cual el niño este rechazando el colegio y así buscar soluciones eficaces. Si es por miedo habrá que identificar las posibles causas, y si es por aburrimiento habrá que ver de qué manera se puede aumentar su motivación hacia los estudios.

Caballo, V. y Simón, M. (2001). Manual de Psicología clínica infantil y del adolescente. Trastornos Generales. Madrid: Pirámide.


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