La timidez es el miedo a ser evaluado negativamente en situaciones sociales en las que se hallan o pueden encontrarse tanto personas conocidas como desconocidas.
El retraimiento y el aislamiento social son fenómenos específicos que no implican necesariamente niveles de ansiedad elevados ni miedo a la evaluación negativa; el retraimiento social se vincula a la expresión conductual de la soledad e implica autoaislamiento respecto del grupo de iguales, mientras que el aislamiento social se considera el resultado del rechazo o aislamiento del sujeto por su grupo de iguales.
La fobia social es la ocurrencia de un miedo persistente e intenso (ansiedad) a una o más situaciones de relación o actuación social en las que el sujeto se expone a personas que no pertenecen a su ámbito familiar y pueden evaluarlo negativamente. El niño/adolescente con fobia social debe tener capacidad para relacionarse y actuar socialmente con sus familiares con normalidad y la ansiedad social aparece cuando se relaciona con chicos de su misma edad o adultos.
En el marco de la terapia conductual, la exposición a las situaciones temidas es el tratamiento de primera elección para los trastornos de ansiedad.