Así como que no quiere la cosa se nos ha pasado la semanita y aunque ya estamos con los olores y sabores del otoño mantenemos mucho optimismo veraniego.
Hoy comparto un plato que hacia mucho tiempo que no preparaba y que nos puede venir fenomenal para el fin de semana. ¡ Focaccia de romero y queso provolone !
Estuve echando un vistazo por la red, viendo recetas similares para renovarme un poco y curiosamente me encontré con una que me llamó mucho la atención. No tenía fotos porque no estaba en un blog de cocina, sino que alguien a su vez compartía una receta familiar de origen italiano y desde luego no podía dejarlo pasar.
Lo ví en laboratorio de escritores en cocinas, por si quereis echar un vistazo.
Os cuento cómo lo he preparado casi siguiendo su receta exacta:
Ingredientes:
- 250 gr de agua templada
- 4 cucharadas de aceite de oliva
- 2 y media cucharaditas de azucar
- 2 cucharaditas de sal
- 500 gr de harina
- Un cubito de levadura fresca, o un sobre levadura seca de pan (liofilizada)
- ramas de romero fresco
- queso provolone, cortado en lonchas finas.
- Una loncha de jamón serrano ibérico
Elaboración:
Se mezclan todos los ingredientes bien para realizar una masa, muy similar a la pizza, trabajándola con las manos.Se coloca la bola de masa en un recipiente y la tapamos con un paño húmedo durante una hora para que repose y crezca.Mientras tanto, ponemos a precalentar el horno a 60º y preparamos la bandeja, poniendo papel vegetal en la base y pincelándola con un poco de aceite de oliva.Preparamos una mezcla en un vasito con media parte de aceite de oliva y un chorro de agua y reservamos.
Cuando finalice el reposo, extendemos bien la masa sobre la fuente del horno y vamos marcando bien hoyos con los dedos, de manera que nos queden como pequeños hoyuelos pero sin traspasar la masa.A continuación, con la mezcla del aceite que teniamos reservada pintamos toda la masa, para que nos queda empapada con la mezcla.
Metemos en el horno a 60º durante 30 minutos y lo sacamos para dejarlo enfriar un poco a temperatura ambiente. Calculo que puede tardar 15 o 20 minutos.
Lo siguiente es cubrir la focaccia con las hojas del romero, que la iremos quitando de las ramas, con el queso provolone repartido en lonchas por la superficie, un poco de sal y lo volveremos a meter al horno, esta vez a 200º durante 20 minutos hasta que está bien doradita.
Para acompañar, puse además en una fuente, entre dos papeles de horno y con peso, un par de lonchas de jamón serrano, que se meten al horno en otro nivel junto a la focaccia cuando se falta poco tiempo y se hacen en 5 minutos. Está muy rico para comerlo en conjunto y le da un toque.
Ya tenemos nuestro platazo de origen italiano sabrosísimo y la cocina oliendo a romero que es un placer.
Espero que os guste, un beso !