A veces es bueno alternar recetas de varios países de tal manera que el resultado final sea un conjunto de aromas y sabores poco habituales.
La focaccia italiana es un pan muy fácil de preparar, aunque requiere un poco de tiempo, por lo que no es algo para improvisar, pero el resultado final, bien vale la pena.
Este pan es muy es un buen acompañante para unas tapas con chorizo criollo, fuet, salami italiano, o con un chorrito de aceite de oliva virgen con sal.
Origen de la receta: Italia
Tiempo de preparación: 3 horas
Tipo de receta: Pan
Ingredientes:- 500 gr de harina de fuerza
- 15 gr de sal
- 2 cucharadas de café de orégano
- 1 cucharada de café de tomillo
- 10 gr de levadura fresca
- 300 ml de agua (entre 27 y 30 grados)
- 75 ml de aceite de oliva virgen
- aceitunas negras y verdes
Elaboración:
Echa la harina en un bol grande, añade la sal y las especias y mezcla bien con una cuchara de madera.
Echa el agua en un tazón, incorpora la levadura y dale vueltas hasta que se disuelva bien.
Añade el agua poco a poco en el bol, dando vueltas mientras tanto.
Sigue dando vueltas de forma envolvente con la cuchara de madera hasta formar una masa.
Añade el aceite a la masa y sigue mezclando. Debe quedar como en la foto de la izquierda.
Tapa la masa con un papel film transparente y déjalo reposar media hora en un lugar seco y con una temperatura entre 25 y 30 grados.
Echa un poco de harina sobre la mesa, saca la masa que tenías en reposo y amasala unos 10 minutos, hasta que esté lisa y manejable como en la foto de la derecha.
Añade un poco de aceite en un bol y extiéndelo para que esté totalmente aceitado.
Echa la masa y tápalo con film transparente, luego déjalo durante una hora en un lugar seco y con una temperatura entre 25 y 30 grados.
Pon a precalentar el horno a 200ºC.Corta las aceitunas por la mitad y reservalas.
Engrasa con aceite un molde para hornear y reparte la masa.
Echa por encima, un poco de aceite y las aceitunas cortadas.
Mete el molde en el horno durante media hora o hasta que veas que la parte superior esté dorada o ligeramente dura.
Y ya está todo listo para servir.