Will Smith es uno de los niños bonitos de la industria de Hollywood, un tipo listo que sabe dónde invertir y un claro caballo ganador en lo que a recaudación se refiere. Tampoco puede quejarse de no haber hecho sus pinitos en papeles de peso dramático y en aplausos recibidos por ellos. Además, es un tipo simpático al que le gusta vivir la vida con humor y lo refleja en sus apariciones públicas así como en la elección de muchos de sus proyectos. Focus es la última gansada en la que se ha embarcado, una cinta en la que él es el protagonista absoluto e interpreta a un experto estafador de primera línea que miente más que habla (si no, vaya asco de estafador sería) y tiene los dedos y la lengua (no sean cochinos, hablo de destreza profesional) casi tan ágiles como el ingenio. Además es un seductor profesional, y ahí hace un poco aguas la cosa, porque el fuerte de este actor no reside en la química con sus compañías femeninas, y en el camino de uno de sus grandes golpes se topa con Margot Robbie, la rubia que tardará mucho tiempo en lograr que no se la recuerde por ser la novia de Leonardo DiCaprio en El lobo de Wall Street. Robbie, que alcanza aquí el codiciado papel coprotagonista, interpreta a una neurocirujana experta en enfermedades raras… Hablando en serio, perdonen la chanza que no he podido evitar, obviamente se trata de “la chica”, medio tonta y con cierto don natural para el latrocinio por puro despiste de los interlocutores que miran o piensan en otra cosa cuando hablan con ella. El caso es que por azares del destino escrito en el guión, se enamora del bueno de Will, creemos que por sus orejas respingonas, y cuando forman un equipo perfecto, la cosa se pone complicada por momentos…
La cinta cuenta con pasajes de interés y se deja ver con agrado, pero no es más que otro producto de plástico enmarcado en la cola del pelotón del género prestidigitación/robos de gente que debería caer mal por su ocupación pero se nos plantean como los héroes/no te creas, por definición, nada de lo que veas hasta que no se confirme. Son rescatables los poco abundantes momentos de humor y la fluidez visual de comer palomitas de la parte en la que se realiza la instrucción de ella; sin embargo, por lo demás, la sorpresa no nos alcanza de lleno nunca, ya que el cine de este tipo tiene que hacerse muy bien puesto que el espectador está preparado para no creer en lo que ve u oye, y la historia cae en no pocas ocasiones en lo sencillo de hacer aguas en explicaciones aferrándose al “porque yo lo valgo” o al “para qué, si no es necesario para la historia”, pretendiendo en realidad poner una muleta a la cojera de ideas en la elaboración y estructuración del libreto. Estas socorridas y recurrentes prácticas, más allá de tomar por tonto del haba al personal, tropiezan en la falta de respeto del producto en sí, más por carencia de talento que de ganas, aunque a veces un poco de ambas.
Siendo justos, no llegaremos a denostar esta cinta que tiene sus momentos pero que desaparecerá de nuestra memoria con la endiablada velocidad y por tanto espectacularidad con la que los personajes principales roban una cartera, un reloj, o unos milloncejos…
Dirección y guión: Glenn Ficarra y John Requa. País: USA. Duración: 105 min. Género: Comedia romántica, thriller. Intérpretes: Will Smith (Nicky), Margot Robbie (Jess), Adrian Martinez (Farhad), Gerald McRaney (Owens), Rodrigo Santoro (Garriga), BD Wong (Liyuan), Brennan Brown (Horst), Robert Taylor (McEwen), Dotan Bonen (Gordon), Griff Furst (Gareth), Stephanie Honoré (Janice). Producción: Denise Di Novi. Música: Nick Urata. Fotografía: Xavier Grobet. Montaje: Jan Kovac. Estreno en España: 27 Marzo 2015.