Revista Ciencia

Fomentando la Inteligencia en tus hijos

Por Carlos Carlos L, Marco Ortega @carlosmarco22

Educar a los hijos es un reto. Los métodos cambian a medida que evoluciona la sociedad, aunque casi toda nueva tendencia educativa tiene sus detractores y defensores, casi siempre a partes iguales. Al final, cada familia suele imponer su propia forma de educar, basándose en la intuición, la reproducción de modelos en los que un padre fue educado y sus propios valores. Lo que para unos es beneficioso, para otros es un error, aunque la finalidad de todos sea la misma: criar a sus hijos de la mejor forma posible. Sin embargo, a medida que uno se aleja de los valores humanos y se centra en los aspectos más formativos y relacionados con el aprendizaje intelectual pueden llegarse a conclusiones más cerradas, con base científica.

Los resultados de las investigaciones llevadas a cabo en este terreno han sido resumidos por el coach Eric Barker en una decena de claves que, llevadas a la práctica, ayudarán a que los hijos tengan una mayor capacidad intelectual.

Aprender a tocar un instrumento:

La formación musical aumenta el intelecto de los niños, tanto a nivel creativo como de retención de conocimientos. En uno de los numerosos estudios que respaldan esta afirmación, The (Many) Socio-Economic Benefits of Music, dirigido por José Cuesta y financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo, se demostró que los niños que recibían clases de música en el colegio desarrollaban un cociente intelectual más elevado que el resto de estudiantes que no cursaban esta materia. Asimismo, otras investigaciones demuestran que también suelen ser los alumnos que con mayores logros académicos.

Si lo que quieres es mejorar la productividad y la concentración en el trabajo, en este artículo se resumen las conclusiones de un estudio sobre los beneficios profesionales de escuchar música. Realizar ejercicio físico:

Estar en buena forma aumenta la capacidad de aprendizaje. El ejercicio físico aumenta el flujo de sangre al cerebro hasta el punto de aumentar la capacidad de retención de contenidos en un 30%, según las conclusiones de los psiquiatras John Ratey y Eric Hagerman, autores del superventas Spark: The Revolutionary New Science of Exercise and the Brain.

Los beneficios para la salud de realizar ejercicio físico son muy numerosos. Sin embargo, hay que tener en cuenta dónde están los límites entre lo saludable y lo patológico, pues estos deportes pueden generar dependencia y adicción. Leer con ellos, en lugar de leer para ellos:

Perder una hora de sueño al día, durante un período continuado, equivale a un retraso de dos años en el desarrollo cognitivo.

Cuando los hijos están aprendiendo a leer, es frecuente que los padres les lean cuentos sin interactuar con ellos, lo que hace que los niños sólo acaben fijándose en las imágenes. Llamar la atención sobre las palabras y resaltar la entonación de éstas, ayuda a que los hijos mejoren sus habilidades y comprensión lectora. Según las conclusiones del pionero estudio Unlocking the door: Is parents' reading to children the key to early literacy development?"la lectura compartida es el método más eficaz durante la fase de alfabetización temprana".

Antes de aplicar estas estrategias, es preciso reconocer el método equivocado para enseñar gramática (y el más utilizado) que está detrás de los bajos niveles de comprensión lectora entre los españoles. Controlar la falta de sueño:

Si dormir poco genera numerosos perjuicios para la salud de los adultos, en el caso de los niños sus efectos son todavía más drásticos. Para que el desarrollo cognitivo sea óptimo es importante no perder ninguna hora de sueño durante esta etapa. En el ensayo NurtureShock: New Thinking About Children, los autores Po Bronson y Ashley Merryman plasman las conclusiones de uno de sus estudios, según el cual perder una hora de sueño al día, durante un período continuado, equivale a un retraso de dos años en el desarrollo cognitivo.

Aquí te ofrecemos seis claves que te permitirán descansar correctamente. Aumentar la disciplina:

Sin fuerza de voluntad, la inteligencia carece de valor. Numerosos estudios demuestran que la autodisciplina es la piedra angular del éxito en la vida, por lo que de poco vale tener un alto cociente intelectual si luego uno no se esfuerza para alcanzar sus metas. El coach Charles Duhigg ha sido uno de los que más han profundizado en esta cuestión con el ensayo El poder de los hábitos.

Para mantener la mente sana, estos son los siete hábitos que sigue un triple ganador de la iron man. Aprender de forma activa y voluntaria:

La mejor forma para aprender a edades tempranas no es mediante los libros o vídeos formativos, de forma pasiva, sino mediante la interacción. El cerebro, durante los primeros años, se desarrolla más rápido practicando habilidades que viendo cómo se hace algo. Cómo recomienda el psicólogo Dan Coyle en Las claves del talento, si no queda más remedio que memorizar algo, lo mejor será dedicar el 30% del tiempo a leerlo, y el otro 70% a poner a prueba el conocimiento adquirido.

Estas pautas neurocientíficas te ayudarán a saber si tienes un joven talento en casa. Seguir una dieta saludable:

La alimentación influye directamente en el rendimiento escolar. Para estimular la atención y las capacidades cognitivas se recomienda seguir una dieta baja en grasas, en la que los carbohidratos y las fibras, así como los alimentos que favorezcan la digestión, ocupen un lugar predominante.

Estas son las cinco razones por las que fracasan las dietas (en menos de una semana).

Hacerlos felices:

Los niños más felices son más propensos a triunfar durante la vida adulta, consiguiendo más prestigio social, salarios más altos e, incluso, satisfacción profesional, como concluye Christine Carter en Raising Happiness. Potenciar su felicidad, por tanto, es potenciar su éxito vital.

De los filósofos clásicos podemos extraer estas cinco estrategias psicológicas para alcanzar la felicidad. Influirlos para que elijan bien a sus amigos:

Para estimular la atención y las capacidades cognitivas se recomienda seguir una dieta baja en grasas.

Los pedagogos calculan que a partir de los nueve o diez años comienzan a ser los amigos, más que los padres, los que realmente influyen en la personalidad de los menores. Ante esta realidad, lo único que está en manos de los padres es influirlos a edades muy tempranas para que elijan a su grupo de amigos de la mejor forma posible. Para ello, es positivo introducirlos en ambientes acordes con los valores que se les quieren inculcar (colegios religiosos o laicos; llevarlos a actividades deportivas o meterlos en un grupo ambientalista, etc.). Como aclara el psicólogo Malcolm Gladwell en The Tipping Point, cualquier mínimo detalle a estas edades, como las actividades extraescolares que se elijan o los grupos de referencia en los que se incluyan, generará a larga una gran diferencia.

Un estudio llevado a cabo por el economista Bruce Sacerdote con alumnos de la Universidad de Dartmouth ilustró la influencia de los pares analizando los resultados académicos de los estudiantes que eran compañeros de piso. La conclusión fue que los alumnos con calificaciones bajas que se fueron a vivir con otros que obtenían mejores resultados académicos experimentaron una influencia positiva en este sentido.

La psicóloga Iratxe Sánchez explica en este artículo la importancia de las influencias que tienen los niños en los años escolares. Creer en ellos:

El simple hecho de valorar a los hijos, animarlos y destacar sus habilidades provoca que estos se esfuercen todavía más y persigan con más ímpetu sus objetivos. Como ocurre con el denominado Efecto Pigmalión, creer en alguien influye en su rendimiento, ya sea en el ámbito educativo, laboral o social.

El deportista olímpico Ander Mirambell explica en esta entrevista, tras participar en los Juegos de Sochi, que para llegar alto "hay que creer a muerte en lo que haces".

Fuente: Iván Gil.

C. Marco


Volver a la Portada de Logo Paperblog