La empresa Ford de Gran Bretaña realizó una prueba con un automóvil Ford Escort en el año 1975. El objetivo era lograr un bajo consumo de combustible a costa de sacrificar comodidad y algunas partes mecánicas. La prueba logró un consumo de 2,38 litros de combustible para recorrer 100 kilómetros.
Para lograr ese bajísimo consumo de combustible se redujo notablemente el peso del Ford Escort, tenía 284 kilogramos menos que el modelo de fabricación estándar. Se logró eso reemplazando el vidrio de las ventanas por plástico liviano, no tenía frenos delanteros, ni limpiaparabrisas, ni tapizados dentro del habitáculo.
Tampoco tenía material insonoro, ni asientos normales. Se redujo la fricción interna y la resistencia al rodamiento. La resistencia de frotamiento fue prácticamente eliminada en el motor, como en la transmisión y los ejes. Hasta montaba neumáticos adaptados para lograr la menor resistencia de rodado. A cambio se sacrificó la durabilidad de todos los componentes mecánicos.
Los ingenieros de la Ford británica estimaban la vida útil de este Escort en menos de 1.500 kilómetros. Solo fue un vehículo experimental que circuló a una máxima velocidad de 28 kilómetros por hora con un promedio de 18 kilómetros por hora.
Las velocidades iban de los 5 a los 28 kilómetros por hora. Esto era para estar por debajo de la resistencia aerodinámica. Además el conductor aplicó técnicas especiales de manejo para consumir la menor cantidad de combustible posible.
Por eso se logró la increíble cifra de 2,38 litros para los 100 kilómetros recorridos. El motor del Ford Escort experimental era de 1.100 centímetros cúbicos de cilindrada y estaba basado en el modelo sedan estándar de fabricación en serie.
El promedio de velocidad alcanzado durante la prueba era similar al que se conseguía al circular por cualquiera de las grandes ciudades europeas superpoblabas, para la mitad de la década del setenta. La conclusión de la prueba del Ford Escort experimental era que alcanzado un nivel de prestación normal, la economía de consumo de combustible pasaba a depender del conductor.
Donde la habilidad, los conocimientos y el estilo de manejo del conductor hacían el resto. En la vieja fotografía tomada del diario La Nación del 24 de marzo de 1975 se aprecia que detrás del Ford Escort lo sigue un vehículo de apoyo de la misma marca.
Mauricio UldaneEditor de Archivo de autos
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