La posibilidad de transformar unas células en otras es una de las grandes esperanzas de la medicina regenerativa, pues con ello se podrían conseguir células específicas de órganos lesionados que tras inyectárselas pudieran favorecer su regeneración. Generalmente se utilizaban virus para la reprogramación de estas células, pero tiene el problema de que pueden causar anomalías en el ADN de las células generadas.
Un grupo de investigadores en Estados Unidos ha desarrollado un método que permite sustituir los virus por plásmidos. Con esta técnica han conseguido, no solamente eliminar las alteraciones del ADN de las células reprogramadas, sino también simplificar el proceso y reducir sus costes. Para ello, han utilizado células madre del cordón umbilical a las que se le injertaron siete nuevos genes. En su interior iniciaron el proceso de reprogramación
celular, dando lugar a las correspondientes células iPS. Se pudieron obtener 11 líneas celulares y las correspondientes células cardíacas. Según el principal responsable del trabajo, el 94,5% de las células producidas eran capaces de latir como las células cardíacas de un corazón sano. Un paso más para poder reparar corazones dañados por un infarto de miocardio, como se sabe, la causa más frecuente de muerte en el mundo occidental.
También leo hoy en el blog amigo de Bioética hoy que el Pontificio Consejo de la Cultura ha llegado a un acuerdo con la empresa biotecnológica NeoStem para desarrollar las investigaciones en el campo de la terapia celular. Y en concreto, en las células madre adultas, centrándose en un tipo de ellas: Las VSEL (very small embryonic like stem cells). Estas son unas células madre presentes en la sangre del cordón umbilical y que se comportan como embrionarias, pero sin los inconvenientes bioéticos de las mismas, ya que no hace falta destruir a ningún embrión para poder utilizarlas.
Recordemos que las iPS son células madre pluripotentes inducidas, que derivan de una célula que inicialmente no era pluripotencial, normalmente célula somática, y sobre la cual se induce la expresión de algunos genes. Actualmente hay 15 ensayos clínicos en todo el mundo relacionados con células madre embrionarias, por 3.449 ensayos clínicos relacionados con células madre adultas. Es lo que se dice, ganar por goleada.