Revista Ciencia
En la fórmula de las pensiones del ya famoso comité de expertos hay una cosa que se llama media móvil. Voy a tratar de explicar qué es eso y a defender que una fórmula sostenible para la actualización de las pensiones que la contenga tendrá, por lo menos, alguna buena propiedad.
Veámoslo con un ejemplo. Una sociedad produce 110 en cada año de bonanza y 90 en cada año de crisis. Bonanzas y crisis se alternan en periodos de 5 años. A 5 años de vacas gordas suceden otros 5 de vacas flacas y vuelta a empezar. Si esta sociedad dedica el 10% de la renta media de los últimos 10 años a pagar pensiones, cada año estará dedicando exactamente 10 a las pensiones. En este caso el sistema de pensiones es contracíclico a la perfección. Durante la bonanza dedica menos del 10% de la renta de ese año a las pensiones y durante la crisis, más. Esto viene a cuento porque hay quien se confunde y piensa que la media móvil (así se llama a usar la media de los últimos periodos) es procíclica, es decir, que hace gastar más cuando más se tiene y menos cuando menos se tiene. Como vemos, es un error.
Si los ciclos son menos previsibles y el número de años de bonanza y crisis varía o la renta nacional toma valores más erráticos, esa cantidad podrá variar cada año, pero no mucho si el periodo de cálculo de la media es suficientemente largo para englobar todo el ciclo económico.
Este es un ejemplo sencillo. Ahora se puede complicar con crecimiento y con inflación, pero el resultado es similar si la fórmula tiene en cuenta el crecimiento real. A partir de ahí podemos variar el número de pensionistas y la esperanza de vida de un pensionista a medida que pasa el tiempo. El cálculo se complicará todavía más, pero así es la vida si queremos mantener la sostenibilidad como en el primer párrafo, sin que varíe demasiado con los caprichos de los ciclos económicos.
Obsérvese que podemos usar la misma fórmula cuando dedicamos un 10% a las pensiones que cuando dedicamos cualquier otra cantidad. El 10% es decisión política que se podrá variar. La fórmula requiere usar matemáticas actuariales. Son dos problemas separados y no deben achacarse a uno los males o las bondades de lo propuesto en el otro. Es más, una vez que tenemos una fórmula actuarial de sostenibilidad, el margen de maniobra que le queda a un gobierno es aumentar, mantener o disminuir el esfuerzo que hará la sociedad por mantener a sus pensionistas, y será eso lo que tenga que explicar, ahora sí, sin poderse escudar en la sostenibilidad del sistema como excusa si, por ejemplo, decide disminuir el monto dedicado a las pensiones.
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Hace tres años en el blog: Qué (no) sabemos los economistas.------------------------------------------------------------------------------------------------------------