Fortaleza mental: Armonía

Y si tú me recuerdas alguna vez en solitarias horas, no será por los triunfos y laureles que siembre a fortuna en mi camino, sino por la recóndita armonía que vibró de tus ojos en mi mente, y arrancó, reflejada en mis cantares, tal vez una sonrisa de tus labios.

(Marcelino Menéndez y Pelayo)

Armonía es la fortaleza que hemos trabajado durante esta semana. Consiste en experimentar equilibrio emocional, no alterarse y mantener la calma y la serenidad.

A lo largo de los días anteriores he estado compartiendo una serie de ejercicios para desarrollar la armonía y las características principales de las personas que la poseen. Si me sigues en mi página de facebook, entonces mucho de lo escrito en esta página te sonará.

A continuación voy a ir presentando las actitudes de la persona armoniosa y ejercicios para practicarlas:

Una actitud contemplativa ante los problemas sobre los que no podemos hacer nada.
EJERCICIO: Se trata de un ejercicio de visualización. Consiste en cerrar los ojos e imaginar que uno es un árbol. Se puede comenzar el ejercicio haciendo un recorrido por el cuerpo, a la vez que se identifican los pies con las raíces, las piernas con el tronco y nuestro torso, las ramas con los brazos; y las hojas y los pequeños brotes con los dedos de la mano y la cabeza.Una vez logre la sensación deseada, se introducirá la variable viento: Nuestros problemas, los acontecimientos de la vida diaria, serán ese viento que nos azota y sacude, con mayor o menor fuerza. Y visualizaremos cómo este árbol, fuerte pero flexible, se mece a merced del viento, a la vez que se mantiene firmemente anclado en el suelo con sus fuertes raíces. Una tras otra, ráfagas de viento lo sacuden, y el árbol reacciona a las sacudidas con imperturbabilidad.

Una actitud centrada en el presente, el mindfulness es una herramienta muy eficaz.
EJERCICIO: Es necesario que te sientes en un lugar tranquilo, y que apagues el televisor para que estés en silencio. También debes tener el móvil lejos. Se trata de no tener distracciones.
Cuando te dispongas a desayunar, intenta centrar tu atención en los sabores, los olores, el tacto de los alimentos o la bebida...!siéntelos! De esta manera, estarás con la atención en el momento presente, y verás la diferencia.

Una actitud de serenidad interna hacia las situaciones interpersonales conflictivas. Esto se consigue con asertividad. Defender tus derechos teniendo en cuenta a los demás. Para llegar a ser asertivo se necesita mucha práctica puesto que solemos ser pasivos o agresivos.
EJERCICIO: Haz una lista con todas las situaciones en las que necesitas ser más asertivo. Valora en una escala imaginaria que va del 0 al 10 el grado de dificultad que te supone afrontar asertivamente esas situaciones que has descrito en tu lista. Ordena tu lista desde la situación de menor dificultad a la de mayor. Escoge y empieza por la de de menor dificultad y escribe las respuestas asertivas que te gustaría practicar en esta situación. Si no se te ocurre ninguna imagínate a una persona asertiva ante la misma situación, ¿Qué diría?, ¿ Cómo se comportaría? Si aún no se te ocurre nada consulta directamente con alguna persona que tenga buenas dotes asertivas.

Una actitud pendiente a los estados emocionales internos. Tomar consciencia de nuestro estado para poder elegir una estrategia que nos ayude a entrar en equilibrio emocional
EJERCICIO: Cuando percibas que tu estado es irritable, experimentas nerviosismo, enfado o cualquier otra emoción desagradable y lo haces en un grado que no te ayuda a afrontar la situación sino que o te paraliza o te entorpece, puedes utilizar este ejercicio que consiste en ponerle un nombre a ese estado, puede ser un nombre inventado, lo importante es que veas a ese estado como un elemento fuera de ti.Imagínate que estás agobiado/a porque DEBERÍAS haber hecho algo y no te ha dado tiempo y te enfadas y empiezas a reprocharte que nunca te da tiempo a hacer nada, que eres un desastre y muchas cosas más... En ese momento puedes pensar que nombre ponerle a ese estado, por ejemplo "marimandona".

Al situar el estado emocional fuera de nosotros mismos podemos darnos cuenta y tras ello decidir si queremos seguir en ese estado o cambiar a otro que nos guste más y que tenga relación con las fortalezas que tenemos y de las que nos sentimos orgullosos.

La etimología de armonía deriva del griego "ἁρμονία" significa "ajustamiento", por lo tanto cualquier movimiento, tanto físico como emocional, que hagamos en pos de ajustarnos a las demandas de nuestro contexto y ambiente nos beneficiará aumentando nuestra armonía. Ésta es un sinónimo de paz, de calma, de satisfacción, de plenitud, de tranquilidad. Cualquier intento para tener más armonía en nuestra vida será bienvenido.

En cuanto al libro que recomendaros se me ocurren dos; uno relacionado con este tema y del conocidísimo psicólogo Bernabé Tierno "Claves para vivir en armonía".

Sobre la asertividad os sugiero uno que me gusta especialmente y del que extraigo bastante ejercicios para el trabajo terapéutico, su autora es Olga Castanyer y para mí es el mejor libro para profundizar en temas asertivos.