La GT Open es perfecta para sacarle el máximo partido a tu cámara.
por Rodrigo Yufe511 Visualizaciones
La fotografía de circuito no es tarea fácil. Obviamente si uno lo plantea desde un punto de vista genérico y simplemente saca fotos de "las cosas que hay", la complicidad desaparece. Pero si uno quiere obtener imágenes inéditas hay que estar con los 5 sentidos despiertos.
Fotografía de circuito. Un arte que hace destacar lo mejor de los coches de competición y todo lo que lo rodea
Esta vez tanto Alvaro como yo, pudimos tomarnos el trabajo de una manera mucho más tranquila. Hacía meses que no asistíamos a unos test privados de competición de alto nivel aunque sí habíamos asistido a carreras oficiales como por ejemplo a la gran final de la Blancpain GT Series que se celebró en el Festival de la velocidad. La diferencia entre unos test y un día de competición es exagerada.
En unos test privados los equipos se toman todo con mucha más calma, aunque no por ello están dormidos. Hacen pruebas, miran telemetrías, velocidades puntas, fuerzas de aceleración lateral, frenadas, tiempos en pista y ajustan milimétricamente el vehículo a la par de ensayar pit stops. En una carrera, como es lógico, la tensión está por las nubes, todo lo ensayado y los ajustes realizados tienen que verse reflejados en los resultados.
Hay que ir con mucho cuidado cuando uno está fotografiando en pit lane . Los coches llegan muy rápido, los mecánicos no pueden perder ni un segundo, y creerme... Si uno está en medio no dudarán en apartarte bruscamente con tal de tomar posiciones o de que no te pise un coche de Gran Turismo.
Los momentos son lo más importante. En general, la fotografía de circuito se vuelve muy monótona si no comprendes donde están esos momentos que hacen que una fotografía sea especial. Todo el tiempo son los mismo coches, en el mismo lugar, con la misma gente, y casi siempre, con la misma meteorología desde que uno llega a la carrera hasta que se marcha a casa. Si tienes suerte puede variar entre sol-lluvia, ofreciéndote ese juego de luces y brillos muy distintos. Pero esto, con el clima que tenemos en el litoral mediterráneo es complicado que ocurra.
Por eso, hay que fijarse en esos pequeños detalles que marcan la diferencia. Para eso es necesario como decía antes, poner los 5 sentidos y ser un enfermo del motorsport. Muchas veces te plantas en una curva, escuchas el coche venir, las pastillas chillan por el calor generado con la fricción contra los discos de carbono y en el impás de desaparecer en el vértice de la siguiente curva, escuchas cuando el TCS salta, como los turbos, si es que los incorpora, descargan, la caja de cambios con dientes rectos y su inconfundible sonido... Durante esos momentos, el coche adopta diferentes posiciones ante ti, hay momentos que va recto, otros que el el culo adelanta al morro, y antes de tomar esa foto perfecta tienes que tenerlo en cuenta. Igual que la iluminación, por donde entra la luz y qué partes del coche ilumina.
En el pitlane puedes ver que equipos están esperando que su coche entre y sobre todo, cuál es el trabajo de los mecánicos. Comprobar presiones en los neumáticos nuevos, estudiar reglajes, preparar el pitstop y si es necesario, ensayarlo 3 veces seguidas. Por suerte las llantas de los grandes turismos parecen no pesar mucho gracias a la aleación de materiales ligeros, sino sería un fastidio para los mecánicos.
En pista ocurre más o menos lo mismo: Una salida de pista, un toque entre coches, una rueda en el aire, o el calor saliendo del motor de los GT3 convierten una foto sencilla en única.
Pues en este caso, tuvimos mucho tiempo de reacción ya que fue el jueves antes de la carrera principal, cuando en los test privados de la GT Open disfrutamos como niños teniendo tiempo hasta de sentarnos en el suelo de los boxes para ver que hacían los equipos en cada momento.
Tal y como he comentado antes, todo te lo tomas con más calma. Imaginaros si teníamos tiempo, que pudimos probar algo que cualquier amante del motor tiene que probar alguna vez en la vida. Hi-speed trajo un par de simuladores de conducción! Uno con gafas de realidad virtual y otro realmente llamativo con 4 ejes móviles, capaz de ejercer fuerzas superiores a 2G, que transmiten al piloto la aceleración, frenado, transferencia de peso y perdida de tracción de vehículo, consiguiendo simular el empuje al piloto en las curvas con sofisticados movimientos a través de amortiguadores eléctricos. En definitiva, ¡una auténtica locura!
La GT Open nos ofreció pases para todo el fin de semana, pero por circunstancias personales no íbamos a poder asistir. Pero al final, aunque Alvaro no pudiese venir, yo pude cancelar un par de compromisos de modo que, pude asistir el domingo al circuito para tomar instantáneas en las que se transmitía mayor tensión que en los test.
Hay un momento especial que solo se puede fotografiar en las carreras oficiales. Y es el momento en el que los pilotos entran a pista y toman posiciones antes de empezar a correr. Cuando se paran todos en su posición de la parrilla de salida, los fotógrafos podemos tomar instantáneas como esta en la que se ve claramente la concentración que tiene el piloto de este Radical SR8. ¿Sabíais que estos coches llevan un V8 de 2.7 litros y que por su poco peso (725kg) alcanzan los 0-100 km/h en tan solo 2.8 segundos?
En definitiva, la fotografía de circuito se basa en adelantarse a lo que pueda ocurrir para poder captar las tomas que llamen la atención al público. ¡Queremos ver vuestras imágenes más bestias en Instagram! ¡Recordad que si las compartís con el hasthag #wedofreshimports todos los fans de Fresh las podrán ver!
--