Christina Livingstone nació el 28 de diciembre de 1862 en Chelsea. Christina adoptó el nombre de Broom al casarse con Albert Edward Broom en 1889. La vida tranquila de Christina, que tuvo una hija con Albert llamada Winifred, se vio alterada en 1903 cuando los negocios familiares con los que se ganaban la vida se fueron a pique. A esto se añadía un accidente sufrido por su marido por lo que fue ella quien tuvo que buscar una solución rápida a sus problemas económicos.
Marcha de sufragistas fotografiada por Christina Broom
Fue así como a Christina se le ocurrió coger una cámara, aprendió a hacer fotografías más o menos profesionales de manera autodidacta y montó su primer negocio fotográfico vendiendo tarjetas postales a los visitantes de las Caballerizas Reales del Palacio de Buckingham. Su puesto de venta de postales debió tener un cierto éxito pues Christina permaneció en él desde 1904 hasta 1930. Christina creó un nuevo negocio familiar en el que, mientras ella realizaba las fotografías, su hija, que abandonó los estudios, le hacía de ayudante y su marido escribía los títulos a las imágenes. El mismo año de 1904, fue nombrada fotógrafa oficial de la H.M. Houshold Brigade. Además de mantener el nuevo negocio familiar, Christina Broom empezó a inmortalizar acontecimientos sociales que observaba. Ya en 1903 había fotografiado a los príncipes de Gales en la inauguración del tranvía de Westminster. Años después también se convertiría en el testimonio gráfico de los movimientos sufragistas que tanto dieron que hablar poco antes del estallido de la Primera Guerra Mundial.
Soldados y sus familiares fotografiados por Christina Broom
En 1912 Christina sufrió otro duro golpe en la vida al morir su marido. Junto a su hija Winifred, marchó a vivir a una nueva casa y adoptó el nombre profesional de Señora Albert Broom. Cuando en 1914 se iniciaba la Gran Guerra, Christina quiso plasmar con su cámara la angustia de los soldados que marchaban al frente. Y, a pesar de que ella nunca estuvo en primera línea de batalla, sus imágenes de aquellos hombres a punto de jugarse la vida se convirtieron en un testimonio muy valioso de aquellos tiempos. Christina se convirtió así en foto periodista, una de las primeras de la historia, retratando a los soldados haciendo trabajos en sus cuarteles, curando a los heridos que llegaban del frente y preparándose para su propia partida.
Soldados fotografiados por Christina Broom
Finalizado el conflicto, su fama como fotógrafa la llevó a trabajar con revistas como Illustrated London News o The Sphere Con su vocación tardía, no fue hasta que tuvo cuarenta años que se puso detrás de una cámara, Christina Broom dejó imágenes para la historia no sólo de la Primera Guerra Mundial o de los movimientos sufragistas, sino también de momentos históricos como el funeral de la enfermera fusilada por los alemanes Edith Cavell o la coronació de Jorge V, además de retratar a miembros de la familia real y a personajes destacados de la vida política inglesa.
Christina Broom trabajó como fotógrafa hasta su muerte, acaecida el 5 de junio de 1939. Su obra permanece hoy en día custodiada por distintos museos de todo el mundo.