De vez en cuando hay que tirarse por las escaleras, practicar el cuerpo a cuerpo con el escalón en una especie de lucha que nos reconcilia con los viejos fantasmas y además nos plantea nuevos retos. De esto nos habla Chus Cortina en su obra titulada “Génesis 28, 12 (aprendizaje)”. Se trata de un video en el que se suceden las tomas del propio artista rodando por las escaleras de varios edificios en los que él considera que fracasó en algún momento de su vida.
Y es que el fracaso se construye y se deconstruye a gusto del consumidor. Aprendizaje, análisis, trabajo, ironía. Chus Cortina mezcla sus propios ingredientes en una aproximación elaborada a un tema cotidiano y universal. Leo en el catálogo que el artista, antes de aventurarse escaleras abajo ha recibido lecciones de un experto en efectos especiales. Ya se nota. Esos volteos sobre escalinatas interminables los ejecuta Cortina con destreza y con gracia, creando ese punto de suspense que toda historia debe tener.
Imagen del video: Génesis 28, 12 - Autor: Chus Cortina
¿Quién fracasa? El que sigue el manual de instrucciones punto por punto no fracasará, eso nos lo explican cada día en los medios de comunicación, en las aulas, en el trabajo. Se nos anima a ser unos “infracasados” de por vida. Quedar estáticos, ser estatuas.
El fracaso es dinámico, a esa conclusión llegué al salir de La Casa Encendida. Mientras me dirijo a la glorieta de Atocha, rememoro las imágenes de Cortina rodando sobre los escalones que un día pisó deprimido, con tal deleite que me atacan unas ganas locas de fracasar.
Pero fracasar dónde. ¿Rodando por la gran escalinata de la Biblioteca Nacional? Tendría sentido, ya que nunca fui capaz de avanzar en la lectura del Ulises de Joyce, y eso que lo intenté varias veces sentada en los pupitres de la hermosa sala de lectura. Lástima no tener el entrenamiento necesario.
Con la mente repleta de ideas y los pies ligeros, seguí caminando hasta alcanzar el Museo del Prado, por una de cuyas escaleras se tiró Chus Cortina. Recuerdo que justo detrás se encuentra iglesia de Los Jerónimos e inmediatamente imagino a las altas jerarquías eclesiásticas arrojándose desde lo alto de la elegante escalinata central. Se lanzan sin miedo y sin entrenamiento previo, no lo necesitan pues la fe mueve montañas y amortigua caídas.
En fin, fue solamente una especulación que ahuyenté bebiendo un sorbo de agua de mi botella de plástico.
En la plaza de Neptuno un turista me pregunta cómo llegar al Congreso. Mientras le señalo la ubicación del edificio, me parece observar una gran afluencia de personas en lo alto de las escaleras, junto a las columnas.
Pienso en lo peor, pero no, no son ciudadanos cabreados, son figuras bien trajeadas, con maletines ellos y bolsos de diseño ellas. Son los diputados, con el presidente a la cabeza, que se van colocando en fila india. Al momento, Rajoy da un paso al frente y se vuelve hacia el resto como el general que exhorta a su tropa: - ¡Hagamos el fracaso a la manera de Chus Cortina!- grita al borde del primer escalón. Y aquí me doy cuenta de que soy víctima de una alucinación visual, sin duda a causa de la ola de calor.
Derramo el resto del agua sobre la cabeza y me marcho a casa. * * *
Inéditos 2012 (Comisario: Daniel Cerrejón). La Casa Encendida. Ronda de Valencia, 2 28012 Madrid (Hasta el 23 de Septiembre de 2012)