Francia quiere prohibir el uso del burka

En la Europa multicultural se ha desencadenado una batalla contra el Islam y todo lo que representa el mundo musulmán. El pistoletazo de salida lo dio el referéndum donde los suizos votaron en contra de la construcción de minaretes en las futuras mezquitas que se levanten en suelo suizo. Pero esta corriente que se opone a todo lo que huele a Islam ha comenzado a recorrer Europa de manera imparable. Francia- un país donde viven ocho millones de musulmanes (debido a las colonias francesas en los países del Magreb y África)- se ha erigido en paladín de la causa antiislámica con la propuesta de una ley que prohíba el burka, el hijab- el popular pañuelo- y todas las formas del velo islámico.

Esta animadversión la fomentó Nicolás Sarkozy- presidente de la República- cuando en junio pasado, ante el Congreso de los Diputados, afirmó que el “burka no es bienvenido en el territorio de la República”. Esto ha dado pie a la derecha más retrógrada a pronunciarse a favor de una ley antiburka, que será restrictiva y luchará para que los velos desaparezcan de las calles galas. El Gobierno de Sarkozy se escuda en que es una ley contra los radicales islámicos que utilizan esta prenda para imponer su cultura en el país europeo. “Una ley integral que es indispensable pues ciertos extremistas ponen a prueba a la República y alimentan una práctica que saben contraria a los principios esenciales del país”, ha afirmado Jean-François Copé, presidente del partido Unión para un Movimiento Popular (UMP)- del que forma parte Sarkozy- en la Cámara Baja.

¿Pero qué se esconde realmente en esta nueva propuesta de ley? ¿Es un mensaje de Europa contra el Islam? ¿Tenemos Islamofobia en el viejo continente? En Francia existe una ley que prohíbe símbolos religiosos en las escuelas pero ¿esto es pretexto más que suficiente para pensar que el gobierno galo actúa de buena fe? Creo que no. ¿Se prohibirá a los católicos lucir sus cruces en el pecho por las calles de París? ¿Se prohibirá a los sigh lucir sus turbantes en la campiña gala? La respuesta, otra vez, es no. La polémica y la ley es absurda ya que en toda Francia sólo 370 mujeres llevan burka y menos de 2.000 lucen el hijab por la calle. ¿Entonces a que viene hacer una ley? Sólo Sarkozy tiene la respuesta… Pero debería dar explicaciones sobre las mujeres de los multimillonarios saudíes que gastan ingentes cantidades de dinero en las tiendas más ‘chic’ de la capital gala enfundadas en sus niqab negros- túnicas donde sólo se les ven los ojos. ¿Sarkozy las impedirá salir así a la calle o es que hay distintos niveles de musulmanes?

Lo que está claro es que desde los atentados del 11 de septiembre, el 11 de marzo en Madrid y el 7 de julio en Londres una ola de antiislamismo azota Europa cada vez con más fuerza. La mejor prueba de ello la tenemos en las largas que se le están dando a Turquía- país mayoritariamente musulmán- para entrar a formar parte de la Unión Europea a pesar de ser una economía emergente… La Europa cristina tiene miedo a que el mundo musulmán acabe ganando adeptos y vaya ramificándose por el viejo continente. Muchas voces se escudan en el manido “a nuestras mujeres las obligan a usar velo cuando viajan a sus países” algo que es totalmente falso. Sólo en Irán y en Arabia Saudita se obliga a las mujeres a lucir el hiyab. En el resto de los países musulmanes sólo es obligatorio su uso en el interior de las mezquitas…

Lo único cierto de todo esto es que el gobierno de Sarkozy tampoco está ayudando a apaciguar los ánimos entre los musulmanes residentes en Francia. “No estamos sometiendo a juicio a los jóvenes musulmanes. Respeto su situación. Lo que quiero es que se sientan franceses porque son franceses. Quiero que amen Francia cuando vivan en este país, encuentren trabajo y no hablen utilizando una jerga”, ha afirmado la secretaria de Estado de Familia, Nadine Morano. El choque entre Oriente y Occidente no ha hecho más que empezar.