Revista Cultura y Ocio

Francis Drake

Por Enrique @asurza

Francis Drake, navegante inglés del siglo XVI, que, como corsario al servicio de los intereses británicos, hostigó las comunicaciones marítimas de España con ultramar y, como vicealmirante de la flota británica, participó en la derrota de la Armada Invencible, acontecimiento militar que señala el relevo del poderío marítimo español por Inglaterra. Ésta había entrado en este nuevo escenario deforma marginal, por medio del contrabando, el tráfico de esclavos y la piratería. Bajo el reinado de Isabel I, las incursiones de corsarios y filibusteros protegidos por la corona producen inmensos beneficios que han de ser la base de la rápida expansión del Imperio británico e, indirectamente, del nacimiento del capitalismo. Sir Francis Drake fue el más célebre y admirado de los piratas ingleses.

Acontecimientos importantes en la vida de Francis Drake

1540? Nace en Tavistock, Inglaterra.
1568 Primeras incursiones en México y el Caribe.
1578 Zarpa de Plymouth, rumbo al océano Pacífico.
1580 Es el primer inglés que da la vuelta al mundo.
1587 Ataca el puerto de Cádiz.
1588 Es nombrado vicealmirante de la armada inglesa.
1594 Fracasa en sendos ataques a Canarias y Puerto Rico.
1596 Muere en el mar, frente a la costa de Portobelo.

El capitán John Hawkins ha pasado a la historia por ser el introductor e impulsor de la trata de esclavos en gran escala que produjo el increíble florecimiento económico del puerto de Liverpool. Unos años antes, hacia 1556, este emprendedor personaje toma bajo su protección a un primo suyo todavía adolescente nacido cerca de Tavistock, en el condado de Devonshire, que responde al nombre de Francis Drake. Hawkins inicia al joven en las artes náuticas, al tiempo que le describe sus sueños de grandeza por medio de la piratería y el comercio negrero. En 1558 Drake hace su primer viaje como sobresaliente en un barco mercante que va al golfo de Vizcaya, y dos años más tarde recorre las costas de Guinea, principal fuente del tráfico de esclavos africanos que está organizando su primo en asociación con mercaderes y financieros de Liverpool. Francis no participará de la gran operación de Hawkins, puesta en marcha en 1562, pero siempre guardará una estrecha relación con él, cuya habilidad admira y con quien habrá de asociarse en el futuro.
Pero su primer socio es el capitán John Lovel, que en 1565 le propone embarcarse a las Indias Occidentales con un cargamento de mercancías de contrabando. Mas los españoles sorprenden al bisoño contrabandista y requisan toda su carga. Vuelve junto a su admirado Hawkins, que con los beneficios que ha obtenido en la trata de esclavos arma una flota para realizar una expedición de piratería sobre las costas de México. Drake se incorpora a la flota, que se hace a la mar en 1568. En el Caribe una escuadra española aguarda a los filibusteros y apresa o destruye todos sus barcos, con excepción de los que comandan ambos primos.

La carrera del corsario

Pese a esos reveses iniciales, Francis Drake permanece en el Caribe sirviendo a diversos armadores y capitanes. Y en sucesivas incursiones y combates va cimentando su fama de corsario. La palabra viene del latín cursus, que significa “carrera”, y alude al recorrido que hacían los piratas contra naves y puertos enemigos en tiempo de guerra. Si lo hacían en tiempo de paz, se llamaban filibusteros. Drake fue ambas cosas (que son la misma), según la época e incluso según la presa a atacar. En 1572 ya tiene socios capitalistas y zarpa de Plymouth con dos barcos y 163 hombres. Tras algunas operaciones menores desembarca en el istmo de Panamá y ataca un convoy de mulas que transporta un valiosísimo cargamento. Tanto, que debe enterrar toneladas de oro y plata que no caben en sus bodegas. En ese viaje avista por primera vez el Pacífico o «mar del Sur» y comienza a concebir la que sería su gran hazaña.
Retorna a Inglaterra el 9 de agosto de 1573 y arma tres fragatas para ponerse al servicio del conde de Essex, en su lucha contra los irlandeses. Un par de años después Drake obtiene una entrevista con la reina. Es evidente que Isabel y Francis se entendieron muy bien, y hay quien dice que no sólo en el campo de los negocios marítimos. Lo cierto es que ella aprueba el plan de Drake de efectuar una “carrera” sobre las ricas colonias españolas en las costas occidentales de América, que baña el Pacífico. La corona y otros inversores privados reúnen los medios suficientes para armar una flota de cinco naves, que parten de Plymouth en enero de 1578.

Ruta alrededor del mundo de Francis Drake
Ruta alrededor del mundo de Francis Drake

La expedición toca las costas brasileñas en abril, pasa frente al Río de la Plata y el 10 de junio se detiene en la bahía patagónica de San Julián. Se produce entonces un oscuro episodio, en el que al parecer su segundo comandante, William Daughty, intenta compartir el mando, aduciendo instrucciones de la reina. Sin titubear, Drake lo somete a un juicio sumario y lo ejecuta en la horca. No hubo más cuestionamientos a su autoridad. El 21 de junio la flota se interna en el estrecho de Magallanes, donde debe soportar dos semanas de violenta tempestad. Pero el 7 de julio asoman al sereno «mar del Sur» y ponen rumbo al norte. Durante seis meses saquean poblaciones y abordan buques en la costa meridional de la capitanía general de Chile, hasta obtener un suculento botín de una nave que atacan a fines de año en la rada de Valparaíso. A comienzos de 1579 saquean Arica y poco después el puerto de El Callao. Allí tienen noticias de un galeón que acaba de zarpar con un fabuloso cargamento. Lo persiguen durante semanas y lo abordan en alta mar, a la altura de la costa colombiana. Algunos autores afirman que sólo en esa acción Drake se hizo con un botín de 900.000 libras.
A esas alturas, los barcos, con la bodegas repletas de joyas y metales preciosos, están a punto de desfondarse y han perdido su imprescindible agilidad. Toda la flota española los persigue, y sería suicida intentar bajar
nuevamente hacia el estrecho. Drake sigue hacia el norte, buscando otro paso al Atlántico. No lo encuentra, pero sí una bahía, que llama con su nombre (San Francisco), y tierras de las que toma posesión como «Nueva Albión» (California). Temeroso de ser atrapado o de perder alguno de sus buques, que son verdaderos tesoros flotantes, decide poner proa al poniente y dirigirse a las Molucas. Tras atravesar el Pacífico y el índico, doblar el cabo de Buena Esperanza y subir por las costas occidentales de África y Europa, se presenta en Plymouth con un riquísimo cargamento y la inesperada gloria de ser el primer marino británico que ha dado la vuelta al globo terrestre.

El caballero de la reina

Hazañas, glorias y aventuras aparte, la excursión piratesca de Francis Drake alrededor del mundo ha dado a sus participantes y accionistas unos beneficios del 4.700 %, libres de polvo y paja. O sea, 47 libras esterlinas por cada libra invertida. Y como entre los principales accionistas de tan fecunda empresa está la corona, la reina recibe al filibustero como a un verdadero héroe nacional. Le otorga el título de caballero o sir y un escaño en el parlamento. En 1581 sir Francis contrae matrimonio con la hija y heredera del acaudalado sir George Sydenham, consolidando su posición y su fortuna. Como la gran incursión de Drake ha tenido lugar sin que mediara guerra con España, el embajador de Felipe II presenta una enérgica protesta que el gobierno inglés diluye en disculpas formales y promesas inciertas.
A principios de 1585 sir Francis anuncia que vuelve al mar para una expedición definitiva sobre el Caribe. En una semana se reúnen fondos para armar siete naves, y la reina se apunta con dos más. Cuando la flota está pronta en el verano, la forman 25 barcos y 2.500 hombres que zarpan el 15 de septiembre de 1585. En diez meses de incursión por las costas de México y las Antillas, el célebre y temido capitán Drake reúne un botín de 600.000 libras esterlinas. Nunca ha existido un negocio más rápido y rentable que invertir en la piratería. Y nuevamente el pueblo, los pares del parlamento, la reina y su corte rinden homenaje a los conmovedores beneficios que Drake aporta a la grandeza de Inglaterra. Pero el pirata piensa que aún no ha hecho bastante, o no consigue matar en tierra el gusanillo del mar. Las protestas de España claman al cielo, y ya no es de recibo mantener la ficción de paz. Pero antes de declarar la guerra, ¿por qué no un buen golpe al estilo de sir Francis en la propia península? En 1587 recibe el mando de una escuadra de guerra de treinta navios, con la que ataca por sorpresa el puerto de Cádiz, en el que entra a sangre y fuego. Remonta luego la costa y se interna en el Tajo donde se apodera de la nao portuguesa San Felipe, con un rico cargamento de joyas y especias de Oriente. Ni aun como jefe de la Royal Navy piérde el capitán Drake sus reflejos de filibustero.

Francis Drake reconocido como Sir por la reina Isabel
Francis Drake reconocido como Sir por la reina Isabel

La inevitable lucha entre Inglaterra y España ha de decidirse en el mar, y Felipe II, para acabar con la disyuntiva, prepara una flota tan formidable que recibe el nombre de la Armada Invencible. Ciento treinta navíos con más de 30.000 marinos y soldados avanzan sobre las islas Británicas. En el Cantábrico y en el canal, la orgullosa escuadra sufre los embates de la tempestad y de la impericia de su comandante, el duque de Medina Sidonia. Frente a Portsmouth se encuentra con la flota inglesa, menor pero más ágil y mejor artillada, al mando de lord Howard cTEffinhon. Sir Francis Drake lleva una división como vicealmirante y su infatigable primo, ahora también Sir John Hawkins, es uno de los subalmirantes. El resto de la oficialidad está compuesta en buen número por veteranos piratas y filibusteros, que toman de los franceses la artimaña de los brulotes o barcas ardiendo que lanzan como proyectiles sobre las pesadas galeras españolas. El 9 de agosto de 1588 cae vencida la Armada Invencible e Inglaterra se hace dueña de los mares.
Al año siguiente, Drake pone sitio a La Coruña, pero es rechazado por los valerosos defensores de la ciudad, entre los que destaca María Pita. En su retirada, incendia y saquea el puerto de Vigo. En 1594 Sir Francis y Sir John vuelven a navegar juntos al frente de una poderosa flota de 25 barcos y 2.500 hombres, que es rechazada en su intento de apoderarse de las islas Canarias. Un nuevo revés en Puerto Rico le cuesta la vida a Hawkins, tras lo cual Drake realiza pillajes menores, procurando sufragar los gastos. Víctima de una epidemia de disentería, morirá en 1596 a bordo de su nave, frente a las costas de Portobelo.


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