El cineasta Francis Ford Coppola ha sido galardonado con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2015, según hizo público hoy en Oviedo el Jurado encargado de su concesión.
Nacido en el seno de una familia italoamericana en Detroit (Michigan, EE.UU.) el 7 de abril de 1939, Francis Ford Coppola creció en Nueva York en un hogar vinculado a la música y el cine, con un padre, Carmine Coppola, instrumentista y compositor. Su niñez estuvo marcada por la poliomielitis, que lo postró en la cama durante más de un año, pero también por el juego con marionetas y la manipulación de las películas familiares en Super8, que le sirvieron de distracción y aprendizaje. Se formó en Arte Dramático en la Universidad Hofstra (Nueva York) y en la Escuela de Cine de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), donde obtuvo su posgrado en Bellas Artes con la cinta Ya eres un gran chico, en 1966. Su dilatada obra, en la que se encuentran películas reconocidas como clásicos de la historia del cine, incluye más de una treintena de filmes como director, 27 como guionista y 74 como productor –en 1969, creó la productora American Zoetrope, de las que salieron, entre otras, las primeras obras de George Lucas–.
Francis Ford Coppola está considerado hoy en día como un maestro del arte cinematográfico. Visionario e innovador, Coppola ha hecho suyo el concepto wagneriano de obra de arte total, donde nada se escapa a su atenta mirada de director y “a su empeño genuino por hacer cine de autor dentro de la maquinaria de los grandes estudios”, a juicio de los especialistas. Su postura ha chocado, en ocasiones, con los intereses de la industria hollywoodiense, causándole problemas económicos y rodajes difíciles.
Renovador temático y formal, las exploraciones de Coppola en torno a las relaciones del poder y la corrupción y los horrores y el absurdo de la guerra han trascendido su obra artística, convirtiéndose en iconos colectivos y universales del imaginario y de la cultura contemporáneos. Con Fellini, Antonioni, Kurosawa y Murnau entre sus referencias, Coppola entró por la puerta grande del cine al ganar su primer Oscar al mejor guion original por Patton en 1970. No obstante, la película que encumbró su nombre fue El Padrino (1972), adaptación de la novela homónima de Mario Puzo, que, con un rodaje de 52 días y un reparto polémico, se convirtió en uno de los estrenos más taquilleros del momento, con la que obtuvo tres Oscar. Dos años después, rodó la secuela El Padrino II con un presupuesto que doblaba el de la anterior y por la que recibió numerosos reconocimientos, entre ellos, seis Oscar. Ese mismo año estrenó La conversación (1974), una de sus cintas más personales junto con Llueve sobre mi corazón (1969) y Tetro (2009), según los expertos. La década de los 70 culminó para Coppola con el estreno de Apocalypse Now (1979), una adaptación libre de la novela de Joseph Conrad El corazón de las tinieblas. El largometraje está incluido entre las grandes obras maestras del cine y en su momento fue de los de mayor presupuesto de su historia. En los 80 dirigió Rebeldes (1983), La ley de la Calle (1983) –que se convirtieron en cantera de una nueva generación de actores (su sobrino, Nicolas Cage, y su propia hija, Sofia Coppola, entre ellos)– y Peggy Sue se casó (1986). En los 90 estrenó El Padrino III (1990) y Drácula de Bram Stoker (1992), por la que consiguió tres Oscar. En 2001, presentó en el Festival de Cannes Apocalypse Now Redux, un nuevo montaje con 49 minutos de metraje inédito. Entre sus últimas cintas como director se encuentran El hombre sin edad (2007) y Twixt (2011).
Las películas de Francis Ford Coppola han sido nominadas y distinguidas, en numerosas ocasiones, con los más prestigiosos galardones internacionales de la industria del cine. Además de los premios de la Academia, los Globos de Oro (EE.UU.), la Palma de Oro de Cannes (Francia), los premios BAFTA (Reino Unido), los César (Francia), los David de Donatello (Italia) y el León de Oro (Italia) han reconocido sus trabajos en sus facetas como director, guionista y productor. En 2013 obtuvo el Praemium Imperiale (Japón).
Los Premios Princesa de Asturias están destinados, según los Estatutos de la Fundación, a galardonar “la labor científica, técnica, cultural, social y humanitaria realizada por personas, instituciones, grupo de personas o de instituciones en el ámbito internacional”. Conforme a estos principios, el Premio Princesa de Asturias de las Artes se concederá a aquellos “cuya labor en la cinematografía, el teatro, la danza, la música, la fotografía, la pintura, la escultura, la arquitectura y otras manifestaciones artísticas constituya una aportación relevante al patrimonio cultural de la humanidad”.
En esta edición concurrían un total de 31 candidaturas, procedentes de Alemania, Argentina, Australia, China, Cuba, Dinamarca, Estados Unidos, Estonia, Hungría, Iraq, Irlanda, Islandia, Israel, Italia, México, Polonia, Portugal, Reino Unido y España.
Este ha sido el primero de los ocho Premios Princesa de Asturias que se conceden este año, en que cumplen su trigésimo quinta edición. En las próximas semanas se fallarán los correspondientes a (por orden) Ciencias Sociales, Comunicación y Humanidades, Investigación Científica y Técnica, Deportes, Letras y Cooperación Internacional. El Premio Princesa de Asturias de la Concordia se fallará el próximo mes de septiembre.
Cada uno de los Premios Princesa de Asturias está dotado con una escultura de Joan Miró –símbolo representativo del galardón−, la cantidad en metálico de 50.000 euros, un diploma y una insignia. Los galardones serán entregados en otoño en Oviedo en un solemne acto presidido por SS.MM. los Reyes.