¡Qué cabeza la mía! Con todo el jaleo de este año, se me olvidó mencionarles en el anterior post sobre Casal, que debido a un viaje vacacional al sur de Tenerife, no habría post al uso este pasado sábado 14 de agosto. Supongo que se me fue el santo al cielo porque estaba más preocupado de perfilar el post sobre el gran Tino Casal que de esas cosas. Como ven, no me ha pasado nada y aquí seguimos. Avisarles ya de paso, además de decirles que este post es el que se corresponde con el del pasado sábado 14, que este sábado 21 tampoco habrá post y dicha publicación se retrasará hasta el lunes 23 o martes 24. El sábado 28 de agosto ya recuperaremos la dinámica habitual. Tras estas aclaraciones sobre publicaciones, adentrémonos en lo que proponemos para los próximos días.
Ponemos punto final a estas 3 semanas en las que nos hemos dedicado a repasar discos concernientes a artistas individuales. Y hacerlo de la mano del gran músico italiano Franco Battiato es una buena forma de poner colofón. En lo personal, ha sido uno de los músicos junto a Tino Casal y Loquillo que han tenido un gran protagonismo en mi vida en lo que llevamos de año, al haber dispuesto, y disponer en estos momentos, de un tiempo importante en las escuchas de música que realizo.
Guarda dentro de mi foro interno un cierto parecido con lo que me sucedió con Casal, en lo que a la experiencia personal con dichos artistas y su obra se refiere. Coinciden en el hecho de que solamente conocía 2 canciones de Battiato, “Yo quiero verte danzar” y “Centro de gravedad”, y que pensaba que aparte de las mismas poco más tendría. Al igual que me pasaba con Tino Casal con “Embrujada” y “Eloise”, estaba equivocado. También se da el caso de que este personaje siempre me levantó cierta simpatía, de la misma forma que me sucedía con Tino.
El año pasado ya me hice con un recopilatorio suyo en una biblioteca del ayto. de Madrid, con sus grandes éxitos en español; algo así como una especie de “Nómadas”, pero no exactamente. No obstante, sería este pasado mes de mayo cuando al coger prestado en otra biblioteca, en este caso de la Comunidad de Madrid, otro recopilatorio con igualmente muchos éxitos en español y, lo más importante, con un dvd con casi todos sus videoclips, cuando terminé de adentrarme a fondo en la obra de este peculiar músico.
No deja de ser una anécdota interesante que el primer recuerdo o impresión de Battiato que tengo no vaya asociada directamente a él, sino a una mítica imitación del dúo humorístico Martes y 13 en el especial de nochevieja de TVE de 1989. No sé por qué, pero me gustó mucho la canción que de forma arrítmica versionaba Josema Yuste, que no era otra que “Yo quiero verte danzar”. Además, me llamaba la atención la vestimenta con esa gabardina, las gafas y la nariz postiza; me recordaba en parte a Egon Spengler (el actor Harold Ramis) de “Los Cazafantasmas”, tan en boga por aquellos días.
No sería hasta que me hice con el primero de los recopilatorios mencionados cuando me quedé prendado de “Centro de gravedad” y luego con el 2º cuando tomé la verdadera dimensión de Battiato, ya que siempre me resulta más amable introducirme a los artistas a través de sus videoclips (me entretiene mucho más, y si la música es buena ya ni les cuento). También ayudó mucho que en la citada biblioteca donde tomé el cd y dvd, me hice con la biografía de la editorial Cátedra de Eduardo Margaretto sobre el artista. Un libro muy completo, que abarca desde los comienzos de Battiato hasta los finales de los 80 (su época más exitosa).
Ahí puedes comprobar que Battiato tiene una dilatadísima trayectoria musical, de lo más variopinta, al moverse desde el rock experimental progresivo a la música clásica, pasando por la música ligera y el pop/rock con sintetizadores. Me ha costado decidirme entre 2 discos, ambos de los años 80, de comienzos de dicha década exactamente. He querido escoger uno de los 2 lp’s que contienen o bien “Centro di gravità permanente” o “Voglio vederte danzare” para que no se les haga muy agreste meterse en el mundo de Franco Battiato. Finalmente me he decantando por “L’Arca Di Noè” que es donde se incluye “Voglio vederte danzare” (“Yo quiero verte danzar”) en lugar de “La Voce Del Padrone”, que es el trabajo donde tomaba parte “Centro di gravitá permanente”.
Comienza la obra con la emocionante “Radio Varsavia”. Un ejemplo de solemnidad en ciertos elementos sonoros de la melodía, que dispone de un suave y precioso estribillo. En la parte final la canción gana en base rítmica, acelerándose contra todo pronóstico. Una preciosa pieza que narra historias de huidas necesarias debido a situaciones sociales. Y posteriormente “Clamori” vuelve a tener una fuerte carga de crítica social mundial, destacando unos ingenuos teclados sobre todo en las partes del estribillo en el que Franco sostiene a pulmón ese “clamor”. La cadencia rítmica de base es prácticamente semejante a la de “Radio Varsavia”, pero sin embargo, a no ser que repares en ello, no te percatas, ya que en las sutilezas es donde se produce la percepción distinta de cada una de las 2 composiciones de apertura de este “Arca De Noé”. Tras el tranquilo devenir y la melancolía contenida y pausada de las 2 primeras canciones, se da paso a la apabullante “L’exodo”, en la que se empieza con ciertos elementos de música clásica y operísticos, para concederle una gran solemnidad. Dispone de un ritmo más vibrante y acelerado muy interesante. “Scalo a grado” dispone en lo instrumental de unas notas interesantes de guitarra de conexión entre el final del estribillo y las partes prosaicas bastante apañadas. Es la canción más cercana a la música ligera que nos hemos encontrado hasta el momento, en la que Battiato se vale de unos coros operísticos femeninos de corte clásico para aportarle más diversidad a este corte tan animado e inmediato.Seguimos subiendo la intensidad rítmica de la mano de “La torre”. Llama la atención el mayor componente electrónico en esta pista con una cadencia endiablada a ratos. También el registro vocal de Battiato, por momentos engravecido por la producción, nos deja fuera de juego. En todo caso es una pieza interesante que viene a demostrar que Franco Battiato, a pesar de no estar ya jugando en la liga de la experimentación musical, no la perdió de vista definitivamente. “New frontiers” se vale nuevamente de los elementos corales cercanos a los coros de ejércitos que Franco ya utilizó en el disco predecesor “La Voce Del Padrone”. Esta penúltima canción es un notable ejercicio que fusiona correctamente la música moderna y electrónica con aspectos clásicos. Llegado el final, alcanzamos el plato fuerte. Mejor cierre imposible de la mano de “Voglio vederte danzare”. Estamos ante una toma menos electrónica y más lenta que la posterior versión en español. ¿Qué podemos decir de esta canción? Es sin lugar a duda el tema con el que Franco Battiato es recordado más allá de las fronteras italianas. Le hizo popular a nivel internacional, gracias a plasmar un texto en el que Franco homenajea a distintas formas de bailes y danzas, todo ello dispuesto sobre una línea inquietante de sintetizador y con unas notas de teclado de claro regusto oriental (influencia decisiva en Battiato todo lo referente a la cultura árabe), que se adorna de ciertas notas de corte más clásico, como elementos de cuerda. El videoclip, con Franco departiendo con un grupo de nómadas del desierto en un oasis alrededor de una hoguera es un momento clásico dentro del universo Battiato. De hecho ese diálogo que tiene con el jefe del grupo al principio del videoclip, en el que Franco afirma que lo que ha ido a hacer allí es “a formar la latinización del la lengua árabe”, me hace temer por su integridad si se diera el caso de que el buen jefe sea de corte integrista islámico; contra todo pronóstico, y como cual gordo de la mancomunidad que recibe a un técnico reparador de depuradoras de piscinas para solucionar una avería (esta coña marinera solo la entiendo yo y algunos cercanos a mi entorno), le da las gracias de forma aliviada. En fin. También hay imágenes de Franco bailando en su peculiar estilo arrítmico, atropellado y robótico en un patio. Estupendo final de disco con un clásico de la música de todos los tiempos. No voy a mencionar las versiones estúpidas de broma que se han hecho por ahí del tema, ya que no viene a cuento.
“L’Arca Di Noè” fue un tremendo éxito para Battiato que continuó la estela ascendente que desde finales de los 70 había ya comenzado el artista. Tras alejarse de experimentos, que incluso tuvieron buena acogida comercial, como fue “Pollution” o el anterior “Fetus” o de introspecciones sacro-clásicas en “Mademoiselle Le Gladiator”, ya a partir de “L’Era Del Cinghiale Bianco” Franco se adentró en terrenos más populares, aún sin perder su esencia particular y única.
Si “Patriots” de 1980, gracias a temazos como la propia “Up patriots to arms” (con un muy peculiar videoclip) fue muy bienvenido y “La Voce Del Padrone”, de forma inestimable gracias a “Centro di gravità permanente”, fue un gran triunfo de ventas, “L’Arca Di Noè” terminó de confirmar la grandeza de Franco Battiato. La portada nos muestra siluetas en miniatura de los animales del interior del supuesto arca y abajo una foto de un monte nocturno, que hace de la misma un envoltorio apropiado para lo que el disco guarda en su interior.
De aquí en adelante Franco Battiato se confirmaría como una estrella internacional consolidada y seguiría firmando estupendos trabajos durante todos los años 80, en los que al menos hay un auténtica joya en forma de canción en cada uno de los discos de larga duración; véanse por ejemplo en “Orizzonti Perduti” la delicada y romántica “La stagione dell’amore” o en “Mondi Lontanissimi” la brutal “No time no space” o la suave “Via lattea”. Y tras esto se produciría el desembarco comercial definitivo en nuestro país con el disco “Nómadas”, con sus temas más conocidos en español y por otro lado el lanzamiento de posteriores trabajos de buena aceptación como “Giubbe Rosse” o “Fisiognomica”.
Battiato ha seguido no obstante publicando durante los 90 y los años 2000 más trabajos como los volúmenes “Fleurs” y haciendo alguna colaboración o versión para alguna banda sonora. Sus conciertos siguen siendo motivo de alegría cada vez que visita nuestro país y de hecho en 2007 y 2008 se pasó por Madrid a dar sendos recitales con unas estupendas críticas. Curiosamente estuve a punto de ir a ver a Franco actuar en Pozuelo de Alarcón allá en 2003, solamente conociendo en aquel tiempo “Yo quiero verte danzar”. A última hora me eché atrás. La próxima ocasión prometo no perdérmelo.
Franco Battiato es una propuesta menos animada que la de Casal de la pasada semana. Su voz, muy suave y con un punto agudo, con sus melodías que mezclan a partes iguales matices clásicos con elementos ligeros electrónicos, crean canciones no vacías en contenido lírico y que a la par nos permiten relajarnos mientras que las escuchamos. “L’Arca Di Noè” es un buen inicio para comenzar con Battiato, aunque saltándome las normas que desde aquí predico, les recomendaría como prólogo que se hicieran con una compilación de sus canciones en español a modo de aperitivo. Battiato es mucho más que “Yo quiero verte danzar” y “Centro de gravedad”. Si reparan un poco en ello e investigan, se darán cuenta de lo amplia y abundante que es la obra de este particular artista italiano (ya que al igual que sucedía con Casal, Franco no solo se dedica a la música, sino que es poeta y director de cine). Pues poco más, nos vemos el próximo lunes o martes. Este sábado, como les dije al comienzo, no esperen novedad alguna.
LOS COMENTARIOS (2)
publicado el 04 septiembre a las 14:57
Gracias por tu comentario Chorbyradio. Estoy completamente de acuerdo en todo lo que comentas sobre el gran Franco Battiato.
Gracias por escribir.
publicado el 20 agosto a las 23:32
Buen comentario. Para mí Battiato es uno de los genios musicales vivos del siglo XX. Su claridad de ideas es apabullante. Su cultura musical es fascinante. Discos de música muy experimental, Pop Electrónico, Electrónica y instrumentos orguestales, hasta òperas y música para bandas sonoras. Todo es es capaz de hacer, y no es que abarque, es que todo, todo lo hace bien, con calidad. Genio viviente. Gracias.