Revista Cultura y Ocio

François Gallardo

Publicado el 15 noviembre 2020 por Plasnisk

François Gallardo

Y si no desmientelo...
Cuando salgas de la cárcel

Francisco Gallardo Ojeda,
conocido como François Gallardo, es un estafador peluquero... era peluquero de Sabadell, Una especie de "Pequeño Nicolás" del mundo del fútbol. Un hombre que se creó un personaje de la nada desde su peluquería de Sabadell y logró convertirse en estrella internacional de la tele. Hasta en Italia lo contrataban como especialista en fichajes.Unas gafas de pasta que se tocaba compulsivamente. Una taza con ¿agua? de la que bebía aún más compulsivamente. El pronóstico de un fichaje que casi nunca acertaba. Una mirada desafiante a cámara y una muletilla que era su sello.Decía ser socio de Sponsport y otras que de SpainSport. Daba igual, ninguna de esas empresas existe.
Biografía
Dice haber nacido en un pueblo 80 kilómetros al norte de Lyon, hijo de emigrados españoles. Llegó a Sabadell con 17 años. Aseguraba en una entrevista al Diari de Sabadell que vino para jugar a fútbol, “para fichar por el CE Mercantil, un equipo que es filial del Barça”. Pero ni el Mercantil de Sabadell es filial del Barça, ni tiene equipo profesional, ni está comprobado que Gallardo jugase allí. 
Dice en esa entrevista que hizo la mili en la base norteamericana de Torrejón de Ardoz, aunque lo cierto es que al tener nacionalidad francesa no tenía obligación de hacerla. Cuenta que allí jugó en 2ª B con el Alcalá, punto que tampoco ha podido ser confirmado. 
Y que después se volvió a Barcelona y fichó por el equipo de fútbol sala del Barça, extremo que tampoco hemos podido constatar.
Su modus vivendi era una peluquería en el barrio de La Creu de Barberà (Sabadell), aunque siempre estaba metido en algún que otro negocio extraño Tenía una empresa de 'bienes no perecederos'. En estos tratos comerciales acabó relacionándose con gente de fútbol y mediando en algún fichaje de medio pelo. Pero ni era agente FIFA, ni representaba jugadores. Y a los que consiguió representar los lió. 
Se supo que se había sentado en el banquillo en 2013, acusado de haber estafado 79.000 euros a una salmantina. Al parecer, la mujer tenía a una hija secuestrada en Senegal, ya que había sido utilizada como señuelo en una operación de trafico de drogas. François Gallardo se ofreció a mediar en el secuestro y poner en contacto a ambas partes a cambio de casi 80.000 euros.
Engañó a jóvenes futbolistas prometiéndoles fichajes por equipazos que nunca se consumaron. Timó a compañeros tertulianos proponiendo extraños negocios que jamás se hicieron. Supo hacerse un hueco en el sector exagerando su relevancia y empezó a participar en tertulias locales. Ahí comenzó a crearse el personaje. Fue ganando popularidad y pasó al debate de Intereconomía. Y de ahí al estrellato. 
En la eterna búsqueda de las televisiones por encontrar talento ante la pantalla, llegaron informes al programa Punto y Pelota de un perfil de un tipo bastante particular: un francés que decía ser representante de futbolista y que tenía un atuendo y una forma de expresarse muy peculiar. Fichó por Punto y Pelota (Intereconomía TV) y de ahí pasó a su programa sucesor, El Chiringuito (Atresmedia). Allí demostró que, en efecto, como personaje televisivo era una joya. Sus tics, sus expresiones (él popularizó la palabra “top” cuando algo es muy bueno), sus gafas de pasta, su taza, su “desmiéntemelo” a cámara, su capacidad para meterse en charcos enormes cuando pronosticaba fichajes imposibles. Solo acertó con las marchas de Özil e Higuaín. Del resto no acertó ni uno.
Dejó pufos por doquier. Dicen los que le trataron que en la capital que se hizo especialista en los simpas. Lo mismo pagaba la cena de su cumpleaños con un cheque sin fondos, que le cargaba a Atresmedia un viaje a Nápoles que había hecho por asuntos personales. Su popularidad hacía que fuesen muchos los que confiasen en él y así se dio la dolce vita. 
Caída
Fue expulsado del programa El Chiringuito. Se rumoreó que su salida fue por temas de entradas VIP al programa o estafas pero no fue así. Unos cabrones le dijeron que trabajaban en el FC Barcelona y en la FIFA. El tipo era tan cortito que se lo creyó.Cada noche le preguntaba por fichajes. Empezaron con trolleos pequeños como que el Barça quería a Isco y cosas así. Cada jueves salía al programa y soltaba como noticias suyas que eran invenciones.Una semana fueron más allá e idearon un trolleo gordo, pensando que no se lo creería. Le dijeron que Messi se iba a ir del Barça y que lo ficharía por el Nápoles. El tipo no sólo se lo creyó sino que lo dijo.
Un programa italiano le llevó con todos los gastos pagados para hablar de ello allí.Gallardo estaba tan contento que les pedía más y más rumores. No contrastaba nada. Creía que podía vivir de soltar mentiras en la tele cobrando una pasta por ello sin pensar lo que podía ocurrir.
Tras eso, vivió a lo mochilero y vivió fugado, ya que unos señores con porra lo querían meter en una jaula. Le pidieron varias veces amablemente que fuera a prisión, pero él no quería, que era como un jinete solitario y que quería vivir aventuras.Al final tuvieron que meterlo a gorrazos. Y eso no lo puede desmentir. Allí estará hasta 2022. Luego saldrá y volverá a las andadas, que hay mucho pardillo por ahí.

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