Revista Arte

Francois Truffaut. Una vida hecha cine*

Por Androsmalv
Francois Truffaut. Una vida hecha cine*
Autor: Juan Carlos Gónzalez Año: 2005País: ColombiaEditorial: PanamericanaGénero: Biografía
Nuevamente reseñamos un libro de esa interesante colección de la editorial Panamericana: 100 personajes - 100 autores, que en este caso tiene como protagonista al cine, o mejor a uno de los directores más importantes de la filmografía mundial, y uno que le dio aire fresco a lo que conoceremos como Nueva Ola Francesa. Francois Truffaut, una vida hecha cine escrito por el médico y crítico Juan Carlos González Arroyave, no sólo es un texto biográfico sino una carta de amor por el cine, y de esa sensación que impregna al hombre después de dejar ese "monumento de luces, sombras e imágenes" para escribir y meditar, como aparece en la contraportada del libro.

El libro separado entre la vida de Truffaut y su obra, no sólo es una excusa del autor para profundizar en detalles de este hombre nacido un 6 de febrero de 1952, que tuvo una infancia compleja y que no sólo se va a reflejar en gran parte de sus películas sino en lo que expresaba frente a otros, es decir su amor "excesivo" por las mujeres como reemplazo materno, y su acercamiento a André Bazin y Henri Langlois, o la cinmeteca francesa  como figuras paternales. Es decir, una vida hecha cine.

Notas tomadas del libro:
"Mis doscientas primeras películas las he visto en situación de clandestinidad, faltando a clases y entrando en las sals de cine sin pagar - por la salida de emergencia o por las ventanas de los baños - aprovechando, durante la noche la ausencia de mis padres y debiendo encontrarme en mi cama, fingiendo dormir , en el momento de su regreso." (Arroyave, pg.13)
"Puedo añadir que el cine ha sido en mi adolescencia una clase de refugio; por ello le tengo un amor casi religioso. No puedo tener por un hombre político el mismo interés que pr los cineastas que admiro, y creo firmemente que en la historia de Inglaterra del siglo XX Charles Chaplin es más importante que Winston Churchill" 

El autor nos acerca a la relación de Truffaut frente a André Bazin, y sus cambios:
"Trabajé bajo su dirección. Era asunto de organizar presentaciones de películas en 16 mm en sitios como fábricas, con la cintas de Chaplin, y diferentes tipos de eventos que Bazin organizaba en los suburbios de París, por ejemplo una serie de conferencias sobre "Cómo se hace una película", con fragmentos de Le jour se léve y comentarios que él mismo hacía. Fue una muy buena época para mí. Fue en Travail et Culture donde conocí por primera vez a  Alain Resnais, Remo Forlani, Chris Marker, gente como esa, amigos de Bazin que se estaban preparando para hacer filmes."
En abril de 1951 se funda una revista que va a ser fundamental para el cine, la Cahiers du Cinema, donde saldrá uno de los artículos más polémicos pero fundamentales de Truffaut y en cierta medida de la crítica cinematográfica -francesa-, es decir: " Una cierta tendencia del cine francés", un inflamable texto contra el cine de tradición.

Frente a 400 Golpes, y los múltiples títulos que se propusieron, junto a la contratación del guionista Marcel Moussy para darle un sentido más cinematográfico a la obra, el autor también recoge una frase dicha por Truffaut muy apropiada sobre el protagonista: "Antoine Doinel es lo contrario de un niño maltratado: nunca  ha llegado a ser tratado".Otra anécdota, y tal vez la más triste para Truffaut, es que en "la mañana del 10 de noviembre de 1958 se inició el rodaje. Al día siguiente falleció André Bazin, víctima de leucemia. Truffaut le dedicó el filme a la memoria de su mentor, consejero y amigo".   Frente a la llegada de las 15 películas propias de la Nueva Ola francesa, no sólo se impuso el discurso de J.L Godard o los premios y felicitaciones, también sus críticos fueron bastante vehementes anotando lo siguiente: "Los directores de la "tradición de calidad" acusaban al nuevo cine, representado en este filme de amateurismo, intectualismo, aburrimiento, autopromoción, tendencias derechistas y falta de compromiso político", y al propio Truffaut se le acusó de traidor y "un arribista consumido por la ambición".Si bien no existe una fecha exacta para el fin de la Nouvelle Vague, podemos decir que: " el juicio mencionado - el de Roger Vadim por injuria - se entendió como una ruptura  definitiva de la nouvelle vague, en la que cada uno de sus integrantes, Truffaut incluido, buscaba salvarse por sus propios medios sin pensar en los demás". 


En su búsqueda de la entrevista a Hitchcock conoció a Helen Scott, que además de ayudarle, en cierta forma le convenció sobre lo que él pensaba de Hitchcock, es decir: 
"Digamos que si uno ama el cine como un mecanismo de escape, bien, pues uno se escapa diez veces más en una película de Hitchcock, porque están mejor narradas. Él cuenta historias modernas, historias de gente común a la que le ocurren cosas extraordinarias. No se les olvide que yo crecí con miedo y que Hitchcok es el cineasta del miedo...., me dí cuenta de que cuando tenía dificultades dirigiendo, pensaba en Hitchcock y encontraba soluciones." 

También el autor deja ver las tensiones y complejidades que se van formando en la obra de Truffaut, como por ejemplo su tensa relación con Raoul Coutard, en su último rodaje, que en palabras de Jeannes Moreau: "Fue un rodaje difícil. Hubo tensiones entre Francois y Coutard debido a que la luz se suponía que cambiaría radicalmente cada semana para sugerir diferentes locaciones, mientras, en efecto, nuestras locaciones de rodaje eran cercanas geogaficamente. Francois estaba muy mistrioso, nunca hablaba en el set."  (p. 46)Frente al complejo caso,cuando Henr Langlois fue despedido de la Cinemateca, Truffaut dice:

"Mis ideas sobre la vida pasan por la Cinemateca.Uno aprende la historia el pasado y el presente del cine en la Cinemateca, sólo allí es posible aprenderlas. Y soy de los que necesitan ver las viejas películas una y otra vez. Asi que paso mi vida en la Cinemateca, excepto cuando estoy ocupado filmando lo mío. Puedo decirles que me mude al barrio de Trocadero sólo porque está cerca de la Cinemateca. Por eso es que reaccioné ante el asunto Langlois. No es por Langlois, aunque tengo una inmensa deuda de gratitud con este hombre, sino por la supervivencia de la propia Cinemateca. Reaccioné porque los filmes que amo iban a estar en peligro".
Sobre Mayo del 68, queda una anécdota de Besos Robados y la particular visión de Truffaut: "Tras culminar el rodaje y estando en plena edición, se desataron las protestas estudiantiles y obreras de mayo de 1968 en las que Truffaut volvió a tener un papel activo.Se le veía renovado y febril, sin duda entusiasmado por el amor correspondido que sentía por Claude Jade, con quien había hecho planes para casarse en junio. El 18 de mayo Truffaut y un grupo de radicales lograron clausurar el Festival de Cannes, mientras todo el país se convulsionaba.(pg.50)Frente al tema Truffaut dice lo siguiente:
"Había trabajadores allí que querían rodar 140 películas en vez de 80, lo cual es imposible. Había creativos que querían mayor libertad, por lo tanto menos coacciones sindicales con los mismos derechos adquiridos; y directores nacientes con oportunidades tan escasas de entrar en la profesión que esperaban una revolución para que todos tuvieran que empezar de cero. Estas reuniones estaban condenadas a fracasar, incluso si un gobierno de izquierda hubiera llegado al poder, pues el cine siempre estará en el fondo de la lista de preocupaciones de cualquier gobierno." 
Truffaut, sobre la liberta de prensa y las causas políticas a mediados de los años 70:
"Todo esto mostraba claramente que el Ministerio del Interior no dudaba en perseguir un periódico, en realizar acciones que simplemente tenían que denominarse como ilegales. Nunca me he involucrado en actividades políticas y no soy más maoista que seguidor de Pompidou, así como soy incapaz de sentir algo por cualquier jefe de Estado. pero ocurre que amo los libros y los periódicos y aprecio la libertad de prensa y la independencia del sistema judicial. También sucede que he hecho una película titulada Fahrenheit 451 que describía y denunciaba una sociedad imaginaria e la que el gobierno quemaba todos los libros de forma sistemática. Por lo tanto, quería que mis ideas como director fueran consistentes con mis ideas como ciudadano francés". (pg. 58)
En la segunda parte del libro, es decir en la obra de Truffaut, encontramos la siguiente frase en la que éste nos dice que es  ser un crítico de cine:
"Se llega a ser crítico por azar, as haber fracasado en la literatura, en la enseñanza, en la publicidad o en la soldadura autógena. Si el ejercicio de la crítica resulta admisible es bajo condición de enfocarlo como un trabajo provisional, una fase transitoria...."
Con la frase anterior podemos acercarnos a la visión y estilo que tenía Truffaut sobre la critica cinematográfica, que no sólo logró en la Cahiers du Cinema sino en Arts, La Parisienne y otras más donde: " Su estilo era rotundo,polémico, moralizante e imprecatorio, mezcla de vehemencia y humor. Sin embargo, a la hora de los elogios también era generoso...." (pág. 88)El autor recoge un testimonio importante relacionado a la teoría del autor, la cual se cita a continuación: "Las entrevistas que realizó a grandes directores junto a Jacques Rivette le sirvieron para ir dando cuerpo a su "teoría de autor", que ponía a la figura del director como centro de la creación cinematográfica, concepto que Cahiers acogió dentro de su línea editorial. La idea implicaba un conocimiento profundo del director de cine y una defensa irrebatible de su estilo -manifestado por la puesta en escena- y de su concepción del cine, sin importar si alguna de sus películas no alcanzó la calidad esperada: "Cada película de autor se vuelve la historia de un fracaso, de la perfección sacrificada: y sólo el cuerpo completo de su trabajo, volviendo sobre las huellas de un viaje único y personal, pueden permitimos comprender a su autor." (pág. 90)Un artículo de Truffaut no sólo le apunta a lo que sería al Nueva Ola sino al cine del presente, más que de autor, un cine como ensayo:
"El cine del mañana me parece incluso mas personal que una novela individual y autobiográfica, algo así como una confesión o un diario. Los jóvenes directores se expresarán en primera persona y reatarán lo que les ha ocurrido: puede er la historia de su primer amor o del más reciente; de su despertar político; la historia de un viaje, una enfermedad, su servicio militar, su matrimonio, sus últimas vacaciones..y se va a disfrutar porque será verdadero y nuevo....El cine del mañana no será dirigido por sirvientes civiles de la cámara, sino por artistas para quienes filmar una película constituye una aventura maravillosa y excitante. El cien del mañana se semejará a la persona que lo hizo y el número de espectadores será proporcional al número de amigos que el director tenga. El cine del mañana sera un acto de amor."
En la misma página del libro - la 93- encontramos una referencia frente al término de Nouvelle Vague, el cual "había aparecido por primera vez en el periódico L´Express en octubre de 1957 en un artículo de Francoise Giroud..., sin embargo, "fue Pierre Billard quien aplicó el término al nuevo cine francés en febrero de 1958 en la revista Cinéma...." Nuevamente el autor toma uno de los artículos de Truffaut para entender su adelante o visión sobre lo que se venía pensado sobre el cine:
"Hay que rodar en las calles e incluso en apartamentos reales,en vez de extender grasa artificial en los decorados y de plantar la cámara delante de cinco espías patibularios, como Clouzot; hay que filmar historias más consistentes delante de verdaderas paredes grasientas. Si el joven cineasta debe dirigir una escena de amor, en vez de obligar a sus interpretes a recitar los estúpidos diálogos de Charles Spaark, debe rememorar la conversación que ha tenido la noche anterior con su mujer o-!por qué no- dejar que los actores encuentren por sí mismos las palabras que están acostumbrados a pronunciar".
El autor deja en claro que sucedió y cuáles fueron las situaciones que llevaron al inicio y fin de la Nueva Ola: 
"Los creadores de la Nueva Ola y sus seguidores se preocupaban por que el filme se considerase, por encima de todo, como una película de autor, donde el director tenía que encontrarse -creativamente hablando - por encima de cualquier otra persona relacionada con la producción de la película...es decir. el director y su ideas sobre el cine y la vida." 
"Sin embargo, esta nueva ola no era exactamente una escuela de cine como tal. Sus integrantes eran directores de muy distintos orígenes y puntos de vista, unidos por compartir una experiencia generacional y cultural similar que los llevó a reaccionar frente a un estado de las cosas que no interpretaban como válido."
"Tal falta de cohesión y las enormes fluctuaciones de la calidad de los filmes harían, tristemente, que el movimiento fuera muy efímero."  

*el uso de estas notas del libro son pedagógicas

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