Frankie Rose ha sido una de las baterías más solicitadas por varias de las bandas lo-fi de los últimos años. Esta chica de Brooklyn ha manejado las baquetas en grupos como Dum Dum Girls, Crystal Stilts y Vivian Girls, hasta que hace un par de años se canso y acabo montando Frankie Rose And The Outs: su propia banda en la que también practicaba ese pop ruidoso con influencias de las bandas de chicas de los sesenta.
En este 2012 vuelve a darle una vuelta de tuerca a su carrera, y presenta su primer disco como solista, olvidándose por completo de The Crystals y The Ronettes, y acercándose al pop oscuro de los ochenta. Todo un acierto, ya que ese rollo tan Phil Spector está más que trillado, y aunque han salido cosas muy buenas, me da a mi que le quedan dos telediarios.
Interstellar confirma lo que ya intuíamos al escuchar la versión que hizo hace unos meses del Soma de The Strokes. Es decir, teclados a mansalva y una guitarras que recuerdan bastante a The Cure, y en general, a los grupos de pop oscuro de los ochenta.
Quizás se le ha ido la mano con algunas canciones que le han quedado demasiado densas - Moon In My Mind es un buen ejemplo -, pero en lo general, creo que ha acertado con este cambio, y de momento, su propuesta no se resiente. Solo hay que ver lo bien que suenan Know Me, Gospel/Grace – la banda de Robert Smith está más que presente en este tema -, la electrónica Daylight Sky o ese nuevo single llamado Night Swim. Además, me gusta bastante la producción con esas baterías contundentes en primer plano, y ese sonido tan sintético.
Eso sí, no es un disco que pase del notable – sobre todo en temas como The Fall donde se pierde bastante, y termina incitando al bostezo – pero al menos ha intentando hacer algo diferente, y eso ya la honra.
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