"Los miembros de esta generación tendremos que lamentarnos no solo por las palabras y los actos odiosos de las malas personas, sino por los clamorosos silencios de las buenas".
"Alguien que incumple sus promesas se desprecia. Es como perder un dedo. Peor que acabar paralítico, que es algo meramente físico. Alguien cuyas promesas se quedan en nada tiene el alma tullida".
Las citas que os traigo hoy son del libro El umbral de la eternidad, la tercera parte de la trilogía The century, de Ken Follet. Esta trilogía cuenta de forma muy amena la historia de Europa del siglo XX y este en concreto abarca desde los años 60 hasta finales de siglo. Es verdad que son unos tocholibros, pero pese a ello son muy amenos y destacan tanto por su documentación como por la profundidad de los personajes. El autor aúna muy bien realidad y ficción hasta el punto de conseguir que la Historia sea apasionante. Si os interesa saber más, aquí podéis leer la reseña.
El libro nos habla de la postguerra y de las acusaciones que hubo contra las atrocidades cometidas, pero los culpables no son solo ellos, pues en su momento mucha gente calló y no hizo nada. Quedarse en silencio ante una injusticia me parece casi tan terrible como cometerla, pues considero que eso te convierte en cómplice. El otro día una mujer se discutió con una chica en el autobús porque le faltó al respeto y porque no quería ponerse bien la mascarilla. Las amigas de la chica la trataron como a una exagerada y aún me arrepiento de no haber salido en defensa de esa mujer y haberla apoyado. También aún recuerdo cuando en mi etapa de Bachillerato unos chicos se burlaban siempre de otro con autismo y yo nunca me atreví a decir nada. Luego estas cosas nos pesan en la consciencia.
Relacionando esto con los libros (porque soy yo), me parece mal que la gente no haga reseñas negativas, pues eso solo ayuda a que las únicas visibles sean las positivas y los lectores tendrán una visión sesgada de la obra. Entiendo que hay gente que no disfruta hablando de libros que no le han gustado, pero tu valoración negativa puede ser una ayuda para otros. Además, si expones bien tus razones, lo que a ti te parece negativo, a otro puede parecerle positivo y eso ayudaría a alguien a encontrar una buena lectura.
En cuanto a la segunda cita, me siento muy identificada, pues soy una persona a la que le importa mucho la justicia. Quizás sea algo extremista con lo de que incumplir una promesa es peor que terminar paralítico, pero yo me quedo con la idea. Siempre cumplo mis promesas porque en caso contrario, me siento mal durante días. Normalmente, las ocasiones en las que incumplo algo que he dicho es porque lo he olvidado, pues tengo una memoria terrible. Creo que el hecho de no cumplir con tu palabra hace que no se pueda confiar en ti y por desgracia, pasa mucho.
Debido a mi tendencia a confiar mucho en los demás y al dar por hecho que si dices algo lo vas a cumplir, siempre me llevo decepciones con la gente. Y con los libros. Obras que prometen una historia y luego te ofrecen algo completamente distinto, como me pasó con Dune o Relojes de hueso.
Y eso es todo por hoy. ¿Qué opináis vosotros? ¿Cuál de las dos citas os gusta más? ¿Sois de quedaros callados ante las injusticias o actuáis? ¿Cumplís siempre vuestras promesas? ¿Hacéis reseñas negativas?