Fray Bartolomé de las Casas Parte IV, Alice J. Knight

El obispo y los monjes ahora partieron de la ciudad española y tomaron su residencia en Chiapa. A cierta distancia del pueblo, encontraron a varios indios esperándolos, vestidos alegremente, decorados con cadenas y pulseras doradas, y llevando cruces hechas de plumas y flores. Tan pronto como Las Casas fue conducido a la casa preparada para él, los indios comenzaron a venir de todas partes del país, pidiendo que se les enseñara la religión cristiana. La alegría llenó el corazón del buen Obispo. Tal escena compensaba todos los tormentos e insultos que había sufrido a manos de sus propios compatriotas.

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