#FreeBacon, o cómo defendemos lo insano.

La que ha liado la OMS con la carne.

Nos levantamos un lunes con la noticia de que han metido la carne en el mismo saco que el tabaco en cuanto a riesgo de cáncer se refiere.
Que como siempre, nos gusta alarmarnos –porque sí, los titulares morbosos nos hacen hablar más de ellos y nos los sirven en bandeja-, porque en realidad no dicen nada que no supiésemos ya, que la carne no ha de ser la base de nuestra alimentación, sino que debemos ingerirla como mucho 3-4 veces a la semana.

Lo que nos ha dicho la OMS es que la ingesta habitual de carne procesada puede aumentar hasta un 18% la probabilidad de desarrollar un cáncer.

Y claro, se ha liado.
Porque ya está la OMS otra vez prohibiendo los placeres de la vida. Porque nadie conoce un vegano que haya llegado a los 150 años. Y porque un lunes cuando retomo la dieta después del fin de semana es muy cruel llenar internet de fotos de bacon.

Y lo que yo me pregunto (entre muchas cosas), es qué pasa con los pobres de Gregg’s (unos ingleses que preparan unos pastelitos salados tre-men-dos) que han salido damnificados con la noticia, ya que ésta es la imagen que más vi el lunes por la mañana para ilustrar la noticia:

Obviamente, como era de esperar, Twitter se ha llenado de reivindicaciones para evitar el destierro del bacon, con el hashtag #FreeBacon.
He visto a pocas marcas, pero alguna se ha unido. Telepizza tenía que ser, que además esta vez lo tenía a huevo. Y hasta un conocido presentador de TV.
Hoy recopilo algunas de estas reacciones:

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