El fin de semana pasado me encontré con mi amigo Gastón quién volvió recientemente de un viaje relámpago a México. Entre las muchas cosas interesantes que vivió allí, tuvo oportunidad de visitar la casa museo de Frida Khalo y Diego Rivera. De más está decir que quedó maravillado al contemplar las obras de estos geniales artistas, pero sobre todo las de ella. En cada pintura se refleja una mujer tan talentosa como atormentada, tan genial como sensible, tan fuerte y tan vulnerable a la vez... Más allá de la historia por tod@s conocida de su relación con Rivera, del accidente que la marcó para siempre y le impidió realizar su sueño de ser madre; fuera de toda la turbulencia de su vida sentimental, Frida fue una avanzada para la época. El amor por la tierra y costumbres mexicanas se coló en sus cuadros rebozantes de color y en su vestimenta y adornos personales que remiten a las viejas tradiciones del país.
En los cuadros de Frida el color expresa sus orígenes, ésos que hicieron que nunca pudiera asimilarse a las costumbres europeas o norteamericanas, los que le dieron una identidad tan fuerte que al ver una de sus obras un@ no puede sino pensar en México.
El cine propuso una versión interesante de su vida de la mano de otra mexicana, Salma Hayek. Creo que más allá de ciertos estereotipos, el filme le hace justicia a esta genial artista y mujer ícono de la cultura azteca.
Como Gastón siempre piensa en mí cuando viaja, me trajo un catálogo de Chiapas que está bellamente ilustrado con producciones de moda ambientadas en esta región. Es interesante ver cómo la impronta de Frida se cuela en los diseñadores...
Y como siempre decimos, la moda toma nota de aquellos referentes que hicieron historia, de los íconos que marcaron su tiempo. Por ello, en la edición febrero de Vogue Germany, el genial Karl Lagerfeld fotografió a su musa mayor, Claudia Schiffer inspirándose en la colosal Frida... ¿No me creen? ¡Miren!
Increíble, verdad? Un combo de alemanes: modelo, fotógrafo y revista reversionan la estética de una artista que encarna la cultura latinoamericana como pocas... Pero no fueron los únicos. Hace un par de temporadas, Benito Fernández se jugó con una colección inspirada en Frida Khalo y en la entrega del premio Martín Fierro Natalia Lobo se alzó con la estatuilla a la mejor vestida con una creación suya. ¿Se acuerdan?
Mientras que Dolores Barreiro conducía el segmento moda enfundada en otro traje del mismo diseñador... Las referencias a la Kahlo no dejaron lugar a dudas...
Y ustedes, qué opinan? ¿Les gustan estas reinterpretaciones que hace la moda del estilo de Frida? Yo creo que es una buena manera de evocarla, de acompañar aquella decisión de la artista de mantener las tradiciones. Lejos de frivolizar su recuerdo, para mí es la confirmación de la pervivencia de su genial legado, de la lucha de esta mujer por sobreponerse al dolor y refugiarse en el arte como un conjuro, del increíble patrimonio artístico que nos dejó y de su profundo amor por el hombre que marcó su vida para siempre... Me gusta ver en diseños de autor este homenaje, y más me gusta saber que no es una tendencia, sino un ir y venir de la moda... Aguardo sus comments, amig@s, como siempre. Besitos:>