Es uno de los pueblos más bellos de Málaga. Una perla de la Axarquía.
Se accede desde Nerja por un pequeño desvío que penetra en la sierra. Siente su urbanismo y pasado morisco.
Calles estrechas y empedradas, laberintos y pasadizos que terminan asomándose a un amplio valle toman el pueblo, que en los últimos años recibe numerosas visitas de turistas que pasan sus vacaciones en la costa y quieren vivir un día diferente.
Al visitante le esperan multitud de sorpresas en forma de rincones y detalles a cada paso, desde la calle Real hasta el famoso Barribarto.
Y la luz, mucha luz, es lo que reflejan sus impolutas y encaladas fachadas.
El turismo convive con la economía tradicional del municipio, basada en la agricultura, lo que le permite disponer de bodegas, almazaras y una singular fábrica de miel de caña.
El Palacio Manrique de Lara fue construido con los sillares de la antigua fortaleza y en su interior alberga la única fábrica de miel de caña de Europa.