Frío, frío, tibio, caliente: Puchero

El puchero en mi casa nunca se comía de día. Las ollas estaba tantas horas arriba de la hornalla, que nunca llegábamos a comerlo en el almuerzo. Durante toda la tarde la casa se perfumaba con lo que después, durante varios días, sería la sopa diaria. Quedaban en la cocina dos grandes ollas, repletas hasta arriba de todo, que una vez que mi papá y mi mamá llegaban del trabajo, calentaban y comíamos.

Hoy hice un puchero express. Hace mucho frío y dan ganas de comer algo rico y bien caliente.
Mi puchero express se cocino sólo una hora, y puse casi todo al mismo tiempo... ya era tarde, quería comer y dormir.
Usé lo que había en casa. Con el frío no quise volver a salir después de que se me ocurrió que quería comer puchero.

Un pedazo de carne, bien fibrosa, y mejor si tiene hueso, una papa grande, una batata grande, dos zanahorias, un pedazo de zapallo, un choclo, 1 cebolla y 4 hojas de laurel. Todo esto dividido en dos ollas (normales... en mi casa no entrarían gigantes), y a hervir... cuanto más hierva la carne, mejor, por eso la puse mientras pelaba el resto.

Ahora tengo la panza llena y calentita!
Y no será un puchero como dios manda (por eso no hay receta), pero estaba rico!