Revista Psicología

Frustración, una situación emocional displacentera pero…

Por Yanquiel Barrios @her_barrios
Frustración, una situación emocional displacentera pero…

Mientras conversaba con un amigo acerca de sus conflictos internos y de cómo se sentía con respecto a la situación en que se encontraba, pensé: está atrevesando por una etapa desagradable debido a un mal manejo de la frustración.

Y me pregunto, ¿quién en algún momento no se ha sentido frustrado?

Antes de continuar, me gustaría definir la frustración como ese sentimiento de insatisfacción que surge cuando lo que esperas o deseas no va de la mano con la realidad.

La psicóloga y escritora española María Jesús Álava afirma: "La frustración nos hace más humanos y más inteligentes" y definitivamente que está en lo cierto, pues cuando la experimentamos nos sentimos más sensibles, e incluso con ganas de huir, desaparecer y encerrarnos en un cuarto a llorar el tiempo que sea necesario para descargarnos de tanta negatividad acumulada en nuestra mente.

De este modo, podemos reaccionar de muchas formas, y una de ellas es mediante la agresividad, que tiene varios niveles, puede ser en contra de uno mismo o alguien más. Se puede sentir culpabilidad y angustia, pero saquemos de todo esto algo positivo, aprendamos de los errores, de los fracasos, de lo sucedido para crecer y agarrar fuertemente la oportunidad que nos brindan estas sensaciones: la posibilidad de restablecer expectativas.

En cada etapa vital es necesario autocontrolarnos, y como sabemos, para los niños es mucho más difícil, pues las llamadas rabietas es la manera en que manifiestan su frustración. Tanto así, que los adultos tienen que utilizar el humor para ayudarles, pero que quede claro que la frustración es el mecanismo que nos conduce hacia el bienestar, y a su vez, es una llave para la inteligencia y para el autoconocimiento.

Resulta fundamental desarrollar una habilidad denominada "tolerancia a la frustración", pues cuanto más experimentemos situaciones adversas, más estaremos preparados para superararlas.

Entendamos que dichas situaciones emocionales son útiles para descubrir lo que hay en el fondo, es decir, el conflicto que genera toda esa lluvia de pesimismo y amargura.

Ahora bien, volviendo a la charla que tuve con mi amigo; me contó sobre su ira, su rabia, sobre sus sentimientos y sus "lágrimas en público", porque el hecho de sentirse así también da lugar a que el entorno te juzgue, a que las personas que están a tu alrededor te tomen como infantil y prefieran ignorarte. En fin, lo mejor es dejar ir toda emoción que te invada en ese instante, pero a la vez "vivirla", aceptarla e identificarla, reconocer que lo que experimentas es totalmente válido y funcional, que es un estado transitorio y que gracias a esto podrás ver hasta dónde puedes llegar.

En conclusión, este escrito llega a su fin pero nuestras experiencias continúan porque como dijo Bruce Lee: "Sin frustración, no descubrirás que puedes hacer algo por tu cuenta. Crecemos a través del conflicto."


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