Imagen ultravioleta de Venus. Se observan numerosas
características de alto contraste, causadas por una sustancia
química desconocida en las nubes que absorbe la luz
ultravioleta, creando las zonas brillantes y oscuras.
Pero en el fondo, ambos planetas guardan muchas similitudes. Para empezar, tienen un tamaño prácticamente idéntico y ahora, gracias a los resultados de la sonda Venus Express de la ESA, los científicos están descubriendo nuevos puntos en común.
"La composición básica de Venus y de la Tierra es muy similar", comenta Håkan Svedhem, Científico del Proyecto Venus Express para la ESA. Científicos de todo el mundo se reunirán esta semana en Aussois, Francia, para determinar hasta qué punto se parecen estos dos planetas.
Una diferencia parece evidente: en Venus hay muy poca agua. Si el contenido de los océanos de la Tierra se extendiese sobre su superficie, crearía una capa de unos 3 km de espesor. Si se pudiese condensar todo el vapor de agua presente en la atmósfera de Venus sobre su superficie, el planeta quedaría cubierto por un charco de unos 3 cm de profundidad.
Sin embargo, esto podría ser la base de otra gran similitud: hace miles de millones de años, Venus probablemente tenía mucha más agua. Venus Express ha podido demostrar con certeza que el planeta ha perdido una gran cantidad de este preciado elemento.
La radiación ultravioleta procedente del Sol incide sobre la atmósfera de Venus y rompe las moléculas de agua, liberando por cada una dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno. Estos átomos son capaces de abandonar la atmósfera del planeta y escapar hacia el espacio.
Venus Express ha medido la tasa de escape de distintas especies atómicas y los resultados apuntan a que Venus está perdiendo el doble de hidrógeno que de oxígeno, lo que parece indicar que estos átomos provienen de la disociación de las moléculas de agua. La sonda europea también ha observado que las capas más altas de la atmósfera de Venus se están enriqueciendo progresivamente de deuterio, un isótopo pesado del hidrógeno. Su mayor peso es probablemente lo que le hace más difícil escapar de la gravedad del planeta.
"Todo apunta a que en el pasado había grandes cantidades de agua en Venus", explica Colin Wilson, de la Universidad de Oxford, Reino Unido. Pero esto no significa necesariamente que hubiese océanos en su superficie.
Eric Chassefière, de la Universidad de París-Sur, Francia, ha desarrollado un modelo matemático que apunta a que el agua se encontraba principalmente en forma de vapor en la atmósfera de Venus y que sólo existió durante las primeras etapas de formación del planeta, cuando su superficie todavía se encontraba completamente fundida. A medida que las moléculas de agua se disociaron y sus átomos escaparon al espacio, la temperatura descendió y permitió la solidificación de la superficie. En otras palabras: nunca hubo océanos en Venus.
Ilustración artística de relámpagos en Venus.
Aunque resulta difícil comprobar esta hipótesis, podría ser un punto clave: si Venus tuvo alguna vez agua en su superficie, podría haber sido un planeta habitable.Sin embargo, aunque el modelo de Chassefière estuviese en lo cierto, esto no elimina la posibilidad de que los cometas que impactaron contra la superficie ya cristalizada de Venus trajesen más agua al planeta, que podría haber originado un ecosistema capaz de albergar vida.
Todavía hay muchas cuestiones que continúan abiertas. "Es necesario realizar muchas más simulaciones del sistema atmósfera, océano de magma y de su evolución para poder comprender mejor la evolución de Venus", concluye Chassefière.
A la hora de validar los nuevos modelos matemáticos, los datos generados por Venus Express serán fundamentales.
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