Los sistemas para disponer de aire caliente en las habitaciones de nuestro hogar y agua caliente en los baños y cocina tienen un rendimiento determinado. Eso significa que, de cada unidad de energía que entra en nuestra casa en forma de combustible o electricidad, sólo una parte va a calentar el aire o el agua deseados. Otro porcentaje de la energía se pierde en forma de calor en lugares no deseados. Estas pérdidas se producen en los sistemas de producción de calor (calderas, calentadores,…) los sistemas de distribución (conductos de aire, cañerías de agua, radiadores, etc.) o porque hagamos una gestión y/o un uso deficiente de los sistemas.
En el primer caso (los sistemas de producción de calor), el rendimiento viene determinado por diferentes características de los equipos, como los sistemas de recuperación de calor de los gases de combustión y la calidad de la combustión.
En general, la eficiencia del sistema es mayor en instalaciones centralizadas en los que es más sencillo disponer de equipos dotados de los dispositivos técnicos adecuados para proveerla y una gestión y mantenimiento profesionalizado.
Pero es muy importante saber que, finalmente, será la gestión de los sistemas lo que marque su eficiencia definitiva. Un sistema centralizado de un edificio de vecinos sin una gestión y un mantenimiento profesionalizado o sin posibilidad de facturar correctamente la energía consumida, probablemente será peor que un sistema individual, con una caldera menos eficiente, pero en la que cada uno es responsable de su consumo y, por tanto, paga su ineficiencia.Tipos de fuentes de calor
Las fuentes de calor más utilizadas son las calderas con rendimientos superiores al 80%, siendo las más eficientes las de recuperación de calor. También la centralización de la generación para todo el edificio contribuye a la eficiencia. Las bombas de calor tipo aire-aire (el calor que se toma del el aire se transfiere directamente al aire del local que debe calentarse), que aprovechan el clima exterior para ahorrar energía, podrían no ser muy eficientes en lugares con temperaturas estacionales extremas de invierno y verano. Esto no favorece el buen intercambio interior-exterior. La cogeneración, generación eléctrica que recupera el calor de combustión, es de difícil aprovechamiento en viviendas si no se prevé un uso continuo.
Rendimientos de calderas
Rendimiento a plena carga (100%)
Potencia en kW
Tipo de caldera 10 50 100 200 300 400
Estándar 86,0 87,4 88,0 88,6 89,0 89,2
De baja temperatura 89,0 90,0 90,5 91,0 91,2 91,4
De gas de condensación 92,0 92,7 93,0 93,3 93,5 93,6
Rendimiento de carga parcial (30%)
Potencia en kW
Tipo de caldera 10 50 100 200 300 400
Estándar 83,0 85,1 86,0 86,9 87,4 87,8
De baja temperatura 89,1 90,0 90,5 91,0 91,2 91,4
De gas de condensacion 98,0 98,7 99,0 99,3 99,5 99,6
Aprovechamiento de la transformación de la energía. Rendimiento: potencia útil/potencia nominal. Fuente: IDAE.
¿Qué caldera es más eficiente?
La opción más eficiente, las calderas de condensación, con recuperación del calor contenido en el vapor de agua de los gases quemados, y las de baja temperatura, que funcionan con temperaturas de agua de alimentación de entre 35 y 40ºC, permiten un ahorro de hasta el 25 por ciento. Su precio inicial es más elevado pero el coste extra se amortiza entre cinco y ocho años.