El sol primaveral delata las zonas poco tersas de nuestra figura. Según las estadísticas, el 80% de las mujeres tiene problemas de celulitis. La celulitis, también llamada "piel de naranja", tiene su origen en la propia estructura del tejido celular femenino, adecuada a la dilatación que se produce durante el embarazo.
Según la constitución que tenga cada persona o los cambios hormonales que sufra, el agua se acumula en las células adiposas, y estas aumentan de tamaño. Entonces pueden aparecer, y aparecen, en la superficie de la piel los típicos (y odiados) orificios.
Desgraciadamente, la celulitis no desaparece por arte de magia, pero con constancia puede mantenerse a raya.
Si nos decidimos a combatir la celulitis con cremas y geles vamos a necesitar mucha paciencia. Es necesario aplicar las cremas con masajes y de forma regular, es decir, que se convierta en un ritual.
Para combatir los hundimientos de la piel es indispensable tener una buena circulación sanguínea. Para ayudar a fortalecer las venas nos daremos duchas de agua fría y levantaremos las piernas con frecuencia. La persona que no tenga varices ni vasos capilares rotos debería cepillarse diariamente con un cepillo de púas redondas. Los masajes deben hacerse primero a lo largo del cuerpo y, después, continuar en círculos, en dirección al corazón.
Pero los milagros no existen. La única fórmula que nos garantiza unos músculos prietos es el movimiento, más movimiento, y más movimiento. Deportes como el footing, montar en bicicleta o saltar a la cuerda ayudan a quemar grasas y calorías que actúan sobre la zona del cuerpo afectada por la flacidez.
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