Unas tremendas hormigas de color blanquecino atacan nuestra madera, ¡termitas! Si empezamos demasiado tarde a luchar contra ellas debemos llamar, siempre, a una empresa especializada.
Actuaremos armados con un cuchillo, un pincel, un martillo, un barreno grande o una taladradora eléctrica. Se necesita, además, un producto protector de la madera, una jeringuilla grande y una aguja de tejer.
Los parásitos responsables del daño aparecen siempre al final de la primavera o en verano, con el fin de emparejarse. Las larvas viven durante años en el interior de la madera de la que se alimentan.
Proliferan en las maderas resinosas secas. Las termitas tienen un tamaño considerable, sus agujeros son pequeños, con salidas ovales llenas de polvo fino. Afectan particularmente a las tarimas, parquets y ¡cómo no! a los muebles viejos. Son el capricornio, el lictus y la barrena.
Después de sondear la madera con la ayuda de una aguja, se rascan las partes afectadas con un cuchillo para llegar a la madera sana. Se aplican los productos tratantes pulverizando o barnizando la zona. Si es necesario, se pasan varias capas.
Si son muchos los agujeros de las termitas, los taladramos hasta el centro, y con una jeringuilla inyectamos el producto protector de la madera. Se tapan los agujeros con un trocito de madera impregnada del producto.
Es recomendable quemar siempre los desechos de la madera atacada para evitar contaminación. Es un riesgo grande.