Las fuerzas capaces de producir movimiento son las que más nos impresionan, porque cualquier objeto que se mueva siempre llama nuestra tención y mientras más extraño nos resulta este movimiento, más nos impresiona. He ahí la poderosa influencia que la mecánica newtoniana ha ejercido a lo largo de un poco más de 200 años y como ha calado en el pensamiento y en nuestro quehacer.
Una de las razones que se ha tenido se debe a la poderosa influencia que ejercen los sentidos como herramienta de observación, es la vía primaria para alcanzar los primeros conocimientos del mundo que nos rodea.
Sabemos que las moléculas en un gas chocan o sea que interactúan unas con otras, lo que provoca movimientos, cambios de dirección, energía y otras variables, algunas de ellas medibles aunque sea de manera indirecta.
Esta fuerza que podríamos decir impresionable a los sentidos, hoy en día no es ni la más numerosa ni la más importante. A los ojos de un profano esta podría resulatarle una afirmación temeraria, veamos el porqué de este planteamiento.
Tenemos otra clase de fuerza, conocida como fuerzas de campo, estas no involucran contacto físico entre dos objetos. Estas fuerzas actúan a través del espacio vacío. Como ejemplo citamos la fuerza gravitacional de atracción entre dos objetos con masa.
La fuerza gravitacional mantiene los cuerpos ligados a la Tierra y a los planetas en órbitas alrededor del Sol. Otra fuerza de campo común es la fuerza eléctrica que una carga eléctrica ejerce sobre otra. Como ejemplo, esta carga puede ser la del electrón y el protón que forman el átomo de hidrógeno, primer elemento del sistema periodico, mejor conocida como Tabla Periodica. Un tercer ejemplo de fuerza de campo es la fuerza que un imán de barra ejerce sobre un trozo de hierro.
La distinción entre fuerzas de contacto y fuerza de campo no es tan clara como se podría pensar a partir de la discusión anterior. Cuando se examina a nivel atómico, todas las fuerzas que se clasifican como fuerzas de contacto resultan ser causadas por fuerzas de campo, como por ejemplo las fuerzas eléctricas que son causantes de las interaccciones que ocurren en el campo macroscópico.
Las únicas fuerzas conocidas en la naturaleza son todas fuerzas de campo, veamos:
1. Fuerzas gravitacionales entre objetos
2. Fuerzas electromagnéticas entre cargas eléctricas
3. Fuerzas nucleares fuertes entre partículas subatómicas
4. Fuerzas nucleares débiles que surgen de ciertos procesos de deacimiento radiactivo. En la física clásica sólo interesan las fuerzas gravitacional y electromagnética. Las fuerza nuclear fuerte y la débil no resultan tan comunes y sus manifestaciones no son tan evidentes como ocurre con las dos anteriores.
Las fuerzas de naturaleza electromagnética son mucho más poderosas que las de origen gravitacional, veamos el siguiente ejemplo: cuando eramos niños en algún momento jugamos con un clavo y un imán, cuando colocamos un clavo a un imán y lo levantamos, la Tierra no es capaz de despegarlo, o sea de atraerlo, eso significa que el poder de atracción de la Tierra sobre el clavo es menor que el poder de atracción que ejerce el imán sobre el clavo. En orden del poder, la clasificación de las fuerzas es como sigue:
Las fuerzas nucleares fuertes son mucho mayores que las fuerzas electromagnéticas.
Las fuerzas electromagnéticas son mucho mayores que las fuerzas gravitacionales.
He ahí la importancia de las fuerzas de campo.