Fulgor.
Hayas y cascadas.
Un faedo en Ciñera,
campiña leonesa suburbana.
Cortinas de álamos,
almas que crecen;
alquimias,
pastos frescos.
Un caballo blanco,
mujer-vida,
a lomos
del más allá
de la muerte.
Fulgor.
Jardín privado.
Calle decimonónica;
navajas,
maletín
de roja huida.
Solo,
abrigo y lluvia.
Un ángel caído
y dos guitarras
te cantan a la cara.
Luz y canto:
abre tú las puertas...
y siente.
Chema García
Entrevista al grupo leonés The Bright