Un problema con el que nos encontramos los que andamos mucho en bicicleta son los días de lluvia imprevista y una de sus consecuencias directa es la espalda salpicada de restos del asfalto mojado.
Una buena solución: Full Windsor Quickfix Mudguard, un guardabarros inspirado en el arte oriental del origami, fácil de llevar y colocar en la bici y llegar con la espalda seca.
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