No es de extrañar que el sobrino de Francis Ford Coppolla haga películas día sí y día también. Las deudas son las deudas y no hay mejor manera de pagarlas que haciendo lo que mejor (o peor, vete tú a saber) sabe hacer. Actuar y protagonizar pelis. De ahí que no es de extrañar que al cabo del año lo veas un par de veces en la cartelera.
La última ha sido Furia Ciega, y si bien (merecidamente) ha recibido críticas negativas por todos lados, yo me lo he pasado bomba. Aún sabiendo que es una tontería como un templo, pero el guionista se lo ha tenido que pasar bomba ofreciendo un guión disparatado y cachondo de principio a fin. Eso sí, olvidable totalmente pasados los días, porque su desenfreno equivale a un producto de consumo rápido y fácil, algo que suelen pecar no pocas producciones.
Dentro del cachondeo que vas viendo conforme avanzan los minutos, porque es cierto que en ningún momento la película se toma en serio así misma, hay algunos elementos que la hacen sufrible y divertida (algo que suelo echar de menos en este tipo de producciones).
Por una parte la exageración queda patente y deja bien claro que no se van a andar con chiquitas. Sangre, mutilaciones, disparos imposibles y golpes a tutiplén serán los que sacien a los fans de la acción más inverosímil. Dejando a gente como Martin Riggs o John McLane en simples hermanitas de la caridad.
La acompañante femenina de Milton (Nicolas cage), nuestro protagonista, no llega a ser del todo -aunque hay escenas donde nos demuestran lo contrario-el típico elemento al que hay que proteger y rescatar. Aquí Pipper (Amber Heard) reparte estopa y sus golpes parece que van a salirse de la pantalla. La pareja Cage-Heard parece funcionar a la perfección, incluso tiene algo de filling.
Y el tercer elemento que me llamó la atención y con el que me lo pasé bomba, fué con William Fichtner (un actor que suele ser secundario pero que llevo tiempo siguiéndolo y no lo hace nada mal. Sea en la serie Invasión o en Prison Break). Aquí interpreta a un personaje llamado El Contable y cada aparición suya es impactante. Comiéndose a Cage de principio a fin.
Por desgracia hay una cosa llamada 3D de por medio. El cual hacen uso de él como se hacía antaño. Es decir, aquí ese efecto visual no es para producir profundidad y que parezca que estamos dentro de la película, si no más bien para lanzarnos cada dos por tres cosas a la cara. Una pena que todavía se siga haciendo uso de esta artimaña tan estúpida e innecesaria.
Pero en Furia Ciega hay cosas tontorronas que no puedes pasar por alto, no es una gran película (algunos dirían que no es ni película) eso es innegable.
Esa escena en la que quieren emular a Clive Owen y Monica Bellucci en pleno copulamiento en Shoote´m Up, no llega a tener la gracia de dicha película. Nicolas Cage sigue siendo… Nicolas Cage. Otro actor que sigue durante años interpretándose a sí mismo. Lo que te lleva a pensar que lo único que varía es su corte de pelo y si la barba de dos días está más larga en tal o cual película. El villano de la función llega a ser patético y ridículo en demasidas ocasiones. Es decir, no llega a tener carisma (inolvidable Allan Rickman en La Jungla de Cristal. Ojalá aprendiesen muchos de él) y eso se nota, por muchas monstruosidades que intente hacer.
Y aquí entramos en algo que igual pilló por sorpresa a más de uno. Furia Ciega no es la típica película de acción al uso, por lo menos si nos atenemos a los tan manidos argumentos donde el héroe persigue al villano y empiezan los tiroteos y demás artes propinadoras de nudillos. No voy a desvelar mucho (para eso estan los comentarios de los que sí la han visto y la quieren comentar), pero hay un momento donde te preguntas qué estas viendo realmente. ¿A quien se le ha ocurrido esa historia que en ciertos momentos -esto lo digo cogido por los pelos, que conste- recuerda a Predicador de Garth Ennis?