Título original: G. I. Joe: The Rise of Cobra
Director: Stephen Sommers
Guionistas: Stuart Beattie
David Elliot
Paul Lovett
Intérpretes: Dennis Quaid
Channing Tatum
Marlon Wayans
Sienna Miller
Adewale Akinnouye-Agbaje
Christopher Eccleston
Joseph Gordon-Levitt
Productores: Lorenzo Di Bonaventura
Bob Ducsay
Stephen Sommers
Fotografía: Mitchell Amundsen
Música: Alan Silvestri
Montaje: Bob Ducsay
Jim May
Nacionalidad: Estados Unidos
República Checa
Año: 2.009
Duración: 118 minutos
Edad:
Género: Acción, Aventuras, Ciencia Ficción, Suspense
Distribuidora: Paramount Spain, S. L.
Estreno: 07-08-2.009
DVD Alquiler: 11-11-2.009
DVD Venta: 02-12-2.009
Página WEB: Ficha completa en IMDb
Web Oficial de la película en España
Web Oficial de la distribuidora en España
Tráiler de la película en YouTube
Calificación:
Crítica: 5,061 Espectadores:
Vizcaya: 5,227 Recaudación:
España: Puntos (Popularidad):
Rugoleor: Ratio de popularidad:
Sinopsis:
Desde el desierto de Egipto a las profundidades debajo de las capas de hielo polares, el equipo de élite de los G.I.JOE utiliza la última tecnología en equipos militares y de espionaje para luchar contra el corrupto traficante de armas Destro y contra la creciente amenaza de la misteriosa organización Cobra para evitar que sumerjan el mundo en el caos.
El muñeco articulado que revolucionó el mundo del juguete en 1.964 tuvo ya varias series animadas. Ahora toca una gran producción con personajes de carne y hueso. Un traficante de armas (Christopher Eccleston) con planes para dominar, o destruir, el mundo es el motivo para que la fuerza especial G. I. Joe se ponga en movimiento, no sin causar algún importante destrozo en su afán salvador. Dirige Stephen Sommers, responsable de las dos primeras entregas de “La momia”.
Crítica:
08.08.2009 – ANTON MERIKAETXEBARRIA
Combate nulo
El cine catastrofista al uso y desuso prosigue imperturbable asolando las pantallas de medio mundo, ahora con un nuevo producto escorado al cine sonajero, protagonizado por aguerridos soldados pertenecientes a un cuerpo de élite yanqui -bastante memos por cierto-, que degenera en el inevitable cartón piedra. Y otra vez los aparatosos efectos especiales son los que se llevan la palma, vista y comprobada las facilidades que ofrece el primario guión, por el que también deambula un tremebundo traficante de armas. Así las cosas, el dichoso 'merchandising' juguetero es el elemento básico del título que nos ocupa, firmado por un incontinente realizador con su habitual tendencia al exceso.
A bote pronto, lo que más llama la atención de una cinta como “G. I. Joe” (subtitulada en su país de origen como 'Rise the Cobra'), es su absoluta falta de rigor a la hora de plasmar las andanzas de los abnegados combatientes a que se refiere el título, encarnados por voluntariosos intérpretes, movidos como marionetas por un poco inspirado director. Porque a la falta de humanidad en la descripción de caracteres, se une lo inverosímil de sus acciones, destinadas a espectadores poco exigentes.
De manera que una vez perfilados los personajes y situaciones, se inicia la combustión argumental. La fanfarria de cerebros y artilugios apocalípticos se pone en marcha y pronto adivinamos que la lotería del destino y de los comportamientos heroicos se pone en marcha, con el resultado de que los buenos se salvarán de la quema y los malos pagarán cara su osadía de desafiar al mundo civilizado. ¿Civilizado? En fin, sea como fuere, esta costosa superproducción del destajista Stephen Sommers, destila papanatismo por los cuatro costados, mientras que su escenografía, como toda aquella en la que el placer del director no se compromete con el del espectador, no sugiere, sólo explica. El resultado es un estilo que, como la plastilina, se estira y se estira sin llegar jamás a tensarse y, por tanto, a vibrar.