Esta semana tenía intención de comentar en el blog algún estreno, pero no va a ser así. Quedé el pasado viernes con ganas de ver Canino, dirigida por el griego Yorgos Lanthimos, pues su anterior film, Kinetta, me dejó muy buen sabor de boca. Ninguna sala de Valencia, ciudad donde vivo, se ha dignado en estrenarla así que, mi gozo en un pozo, optamos por pagar la entrada para la versión de Alicia de Tim Burton. Sobre Burton empiezo a pensar aquello de fue bonito mientras duró; vamos, que la cosa no da para más (espero, sinceramente, equivocarme en esta predicción). Obviaré también comentario alguno sobre Furia de Titanes, pero recomiendo encarecidamente, a quien le interese aquello de ver como quedó el remake, espere a que salga el DVD: decepcionante, robo de los siete euros más palomitas, con mayúsculas y en negrita. Por último, si este fuese un blog de música rock (y empieza a gustarme la idea de abrir uno), cabría reseñar Nadie sabe nada de gatos persas, una propuesta distinta al cine iraní al que estamos más o menos acostumbrados, pero que se queda en buenas intenciones, nada a destacar especialmente, la película va menguando el interés conforme avanza y el final remata, a excepción de la BSO y cierta añoranza rebelde que puede causar en la generación que andamos superando la cuarentena, aunque en este caso frente al monstruo fundamentalista, además de lo curioso de alguna escena, como la de un cuarteto tocando heavy metal en un granero y en persa. Así que continuaré reseñando películas raras, o menos comerciales, de las que acumulo una buena colección, entremezcladas en un tercer disco duro casi completo. Dudo tener el tiempo material suficiente para verlas todas calculando que viva otros cuarenta años más, y sospecho que siguiendo este ritmo tendre que pensar dejarlas en herencia a quien pueda interesarle. En cualquier caso, visto lo visto, me parece (al menos esta semana) mejor opción la siguiente, puestos a escribir recomendando algo de cine.
Así que os presento a Gadkie Lebedi, film ruso dirigido en 2006 por Konstantin Lopushansky e interpretado por Gregory Gladiy, Laura Pichelauri, Alexey Kortnev y Leonid Mozgovoy (¿A que os suenan todos, eh?). The Ugly Swans es su título internacional, y obtuvo alguna nominación, en Rusia. Es una película de ciencia ficción basada en una novela de los hermanos Strugatsky. Como reclamo, decir que estos hermanos firmaron también la historia de Stalker, que la música es de Andrei Sigle, el compositor habitual de Alexander Sokurov, y que el director es uno de los discípulos y seguidores de la escuela cinematográfica de Andrei Tarkovsky. Ahora seguro que empieza a verse mejor.
El protagonista se llama Víctor Banev, un exitoso escritor que es enviado por la ONU a un pueblo (en los confines rusos) que ha resultado inundado por completo e invadido por un grupo de mutantes de inteligencia superior, que se dedican al secuestro de niños -como si se tratase de una secta- para lavarles el celebro a fin de convertirles en seres de inteligencia sin límites. Más allá de la misión política, Banev tiene la intención de encontrar a su hija, que se ha apuntado a la escuela para superdotados de los mutantes.
La película es una de esas rarezas que difícilmente pueden encontrarse fuera de los festivales de cine (se pasó en Sitges), pero que compensan al espectador por su poderío visual y su cruda y desconcertante puesta en escena. El ambiente se mueve entre un tono opresivo y apocalíptico: vemos un bosque eterno en llamas mientras el protagonista viaja en el tren, o una especie de extraña lluvia incesante sobre la ciudad al unísono de la inquietante luz roja que tiñe los edificios de óxido y humedad. Hacia mitad de la película pierde un poco el rumbo, y se entretiene demasiado quizás en las contradicciones de la hija para con el padre, pero la película logra recuperar el tono hacia el final, con una magnífica e intensa secuencia colofón que equilibra el conjunto.
La calidad visual es, junto con su dramático final, lo mejor de la película. Ambos están a la altura de un buen film de ficción y del legado del maestro Tarkovsky. No es demasiado difícil conseguirla en internet, tampoco los subtítulos gogleando un rato, así que tomad buena nota de esta interesante película de acción y ciencia ficción que, sin ser ninguna maravilla, entretiene y resulta todo un placer para la vista.
Buen fin de semana a todos!