-CLIC- Conectamos la emisión.
“El boom del “no al gluten” parte, sin duda, de una necesidad: la de los celíacos, que con toda lógica reclaman a la industria un etiquetado claro en los productos que les ayude a evitar riesgos, a la vez que demandan productos sustitutivos sin la proteína y piden una legislación que les proteja. Normal: ellos sí se la juegan. Ahora bien, la extensión de la glutenfobia al resto de la sociedad tiene más que ver con la enfermiza obsesión por “lo sano” propia de estos tiempos, y me temo que está promovida por una industria alimentaria que ha visto un filón en el asunto.”
La paranoia anti gluten, El País.
–Entra música de cabecera (muy alternativa; mezcla de grillo borracho y martillo golpeando un pedazo de tocino reseco)–
¡Kowabunga! Bienvenidos de nuevo al programa “Yo también me creo muy listo, porque veo cosicas en el Youtube y sé doblar camisetas en dos segundos”. En el capítulo de hoy trataremos la terrible enfermedad de los celíacos y el mito del SQM.
Querido tele-evidente… pedazo de celíaco. ¡Celíaco! ¡Más que celíaco! Probablemente no lo sepas, celíaco; la mayoría de vosotros lo desconoce. Así que ahora ya lo sabes, tienes algo que justifique desde tu halitosis matinal, hasta esos momentos en los que dejas plantados/as a tus colegas por no darte una ducha… ¡y puedes presumir de ser especial, y poner (aun más) cara de asco cuando te ofrezcan alimentos desconocidos! Solo di: “lo siento, soy celíaco”. ¿Cómo estar seguro? Es sencillo: ¿Alguna vez te has comido tres platos de macarrones picantes, y te han repetido? ¿Las digestiones se te hacen pesadas, tras ingerir una barra de pan con chorizo? ¿Te faltan temas de conversación? ¡Quizá estés en peligro, por culpa del gluten! Pere Patillafina, 150 kg, doctorado por la universidad Yahoo Answers, además de versado jugador de WoW lo explica así: “Un día, en medio de una batalla especialmente dura, noté un retortijón. Tuve que abandonar el teclado y utilizar con urgencia mi orinal Big Bang ™, dejando abandonados a mis compañeros, los cuales luchaban aguerridamente contra el temible Garrosh”. Carles llora, emitiendo ligeros hipidos, cuando añade: “Las cajas de rosquillas que había tomado no solo podían haberme costado la vida, sino también la de mis compañeros de armas. Uy, mira qué vídeo de gaticos. Jiji.”.
El desenlace pudo ser terrible, querido tele-evidente; nunca alcances ese punto sin retorno. Recuerda: Si notas alguna molestia gastrointestinal, te aburre una reunión o, simplemente, ya no sabes qué contar para echar un polvo, no lo dudes: ¡Sé celíaco!
¡Regresamos tras unos minutos de pausa!
“Lo único que quiero es disfrutar”, comenta Carmen Lozano cuando se le pregunta por este reconocimiento. “Ahora estoy oficialmente enferma”, dice con alegría, aunque “nadie se alegra de tener una enfermedad”. “Si me tocan la lotería no me hacen tan feliz”, ha afirmado en declaraciones para El CRisol, mientras revelaba la liberación que supone a la “soledad”, al “dolor” que ha sufrido desde que le dijeron que padecía una enfermedad sin tratamiento y que ni siquiera se calificaba como enfermedad en España.
El Crisol de Ciudad Real, sobre el reconociento del SQM como enfermedad.
“¿Conclusión? La SQM no está reconocida como enfermedad ni en España ni en ningún otro país, ni está previsto que la OMS vaya a reconocerla como tal. Lo más que hacen algunos países, como España, es atribuirle un código a la “posible dolencia” para conocer “su posible incidencia” entre la población, “aun cuando no sea una enfermedad reconocida”. Lamentablemente, nada de esto acabará con el sufrimiento, muy real, de los enfermos, víctimas muchas veces de profesionales de la salud sin escrúpulos que se lucran con la venta de tratamientos y remedios para enfermedades inexistentes como ésta y la hipersensibilidad electromagnética.”.
Magonia.com, rechazando al SQM como enfermedad.
Kowabunga, ¡ya estamos de vuelta! Después de haberte dejado claro que eres muy celíaco, y por tanto deberías ir corriendo al supermercado a comprar productos que cuestan el doble porque están preparados sin el terrible gluten (y son más molones), vamos a hablar sobre el cuento de la Sensibilidad Química Múltiple. Probablemente habrás visto algún reportaje sobre estas personas, mayoritariamente mujeres, que apenas pueden salir de casa por su supuesta hipersensibilidad a los productos químicos. ¿Quién se cree esa patraña? Con el buen olor que dejan los ambientadores y el suavizante en la ropa. Todo está en la imagina…
-CLIC- Apagamos el televisor
Reflexión: Mientras dudamos de realidades que hacen la vida imposible, inventamos gilipolleces por aburrimiento o moda. Si tienes la extendida enfermedad de creerte más listo/a y/o enfermo/a que nadie, cómprate un libro y consigue un par de amigos. Ser celíaco (de verdad) no es una moda, malvivir sufriendo SQM, tampoco.