Revista Cocina
En fin, hay veces que el estómago se te hace un guiñapo, o lo más correcto sería decir que se te revuelve escuchando estupideces y haciendo cosas de gente que no tiene ni puta idea de lo que posee. Pero así es esta vida, gente dirigiendo y tomando decisiones que sólo hacen demostrar lo poco que sabe de este maravilloso mundo vinícola.
Lo que os quiero contar hoy es bastante sencillo. En una barra de un gran Hotel ponen por copas este maravilloso Nora da Neve 2006, porque no tienen narices de venderlo por botellas en su restaurante. Entonces llega un cliente, pide un albariño y le sirven una copa. El cliente coge la copa, la mira, llama al camarero y le dice que el vino está malo, que tiene un color excesivamente amarillo y que huele muy fuerte. El camarero retira la copa, sirve un albariño más joven. Se lo comenta a la dirección y esta decide tirar por el fregadero las tres botellas de las que dispone.
Nuestra opinión: Esta es la mejor añada de este vino hasta la fecha de la bodega. Espectacular, un vino del que aún me queda una botella en la cava y que disfrutaré más adelante porque aún le queda vida. Aquí os dejo la entrada que hicimos sobre este vinazo.
Espero la opinón del Demente cuando lea esta entrada a ver lo que él opina sobre esta brutalidad, ante uno de los grandes Rías Baixas que se elaboran en nuestro país.
Lo dicho, una pena de verdad no saber lo que se tiene entre manos. Un vino que se puede vender perfectamente cerca de 40€ por botella, malvendido por copas en una barra y acabado en las alcantarillas. Ya lo dicen, la ignorancia es la madre del atrevimiento.