"Al final, la conspiración es: trágate mis pinches cuentos, dame tu dinero." Facundo.
Ya estamos en la última semana de febrero, y desde que inició el año he querido reintroducir esta querida sección al blog. Intentaré escribirla en la última semana de cada mes, para que así pueda estar entre los escritos más comunes del blog (si alguien se lo perdió, aquí, aquí y aquí pueden ver las entregas anteriores). Los fantasmas son ese tipo de misterio perdurable que no importa cuántas veces puedas ofrecer explicaciones racionales o exponer vulgares fraudes, las personas no se cansarán de hablar de esto. Esto es algo paradójico, pues parece que entre los escépticos, los fantasmas ya han pasado a "mejor vida", pues casi ningún blog o canal de la temática habla de ellos.
Los programas de entretenimiento usuales de televisión abierta, han explotado las fotografías y videos de fantasmas hasta el hartazgo de muchos (pero la fascinación de la mayoría). En México, tal vez no exista otro caso más famoso de un fantasma de un show nocturno, que el de la "niña del panteón" que se le "apareció" al infumable (intento de) comediante y conductor de tv, Facundo, en su programa Incógnito. El caso volvió a comentarse en septiembre pasado, luego que Facundo dedicara un par de minutos a recordar lo que había sucedido hace 15 años, en el programa-podcast de YouTube, La Cotorrisa.
Personalmente, he pasado mucho tiempo intentando resolver el caso, sin éxito. Y no, amiguito paranormalista, no me refiero a que el caso sea una posible prueba de la existencia de fantasmas ni nada remotamente cercano, sino que Incógnito dejó una pregunta abierta: es muy obvio que se trata de un engaño (lo cierto es que no sabemos de ninguna otra persona que haya visto algo parecido en ese panteón), pero, ¿quién es el autor del fraude? ¿Fue planeado por Facundo, lo planeó su equipo de producción a modo de una broma para asustar al conductor, o alguien más estuvo implicado? La información que Facundo ofreció en septiembre arroja algo de luz para acercarnos a la respuesta.
El encuentro con la niña
Fue en de mayo del 2005, cuando el programa nocturno de comedia, Incógnito, transmitía sobre el caso que quedaría señalado como uno de los los mayores momentos memorables para los millenials mexicanos, a la hora de hablar de lo paranormal: el caso de la "niña del panteón". La historia es relativamente simple: Facundo y su equipo se encontraban en la ciudad realizando tomas para su programa, cuando al conductor se le ocurrió meterse a un panteón, porque estaba aburrido y esperaba mostrar algo emocionante, algo que no cualquiera llegaría hacer. Fue así que, pasada la 1 am, Facundo ingresó solo a un cementerio (por más que he buscado, no he podido encontrar a cuál exactamente). Esto es lo que sucedió:
El aterrador encuentro con "la niña" dejaría secuelas en el comediante, según se afirmaba en ese entonces. Al día siguiente, se dice, Facundo se sentía enfermo, por lo que fue al médico para descubrir que tenía la presión baja, un síntoma que muchos atribuyeron al reto a "lo desconocido" que hizo el conductor del programa gritando en medio del cementerio. En el video se aprecia la figura de una persona sentada en una lápida, y pueden reconocerse su cara al voltear directamente a la cámara. Pareciera que tiene un vestido o una bata blanca y el cabello largo, por lo que da la apariencia de una mujer. Según el propio programa, ni Facundo ni su equipo de producción quisieron entrar de nuevo para averiguar quién era la presunta niña. Muchos consideran la reacción de Facundo ante el rostro del supuesto fantasma como sincero terror, lo que sería una buena razón para descartar a este comediante como autor de un engaño, a primera vista.
El programa fue un éxito. Los adolescentes y pubertos, en ese entonces, habían quedado aterrorizados con el video, y hoy día se sigue recordando el suceso como uno de los más escalofriantes presentados en televisión abierta. Incógnito invitó a Juan Ramón Sáenz, el célebre investigador y conductor del programa de radio "La mano peluda". Sáenz aseguró en ese momento haber investigado el caso durante dos semanas, presentándose en el programa de Facundo e invitándolo a la investigación para después transmitir las conclusiones y el cierre del caso:
¿Quién engañó a quién?
"Yo creo que me hicieron una pinche broma, wey, la verdad. Quiero pensar que alguien me hizo broma."
Pues la verdad no sé bien, yo creo que entre que sí y entre que dices "wey". ¡Yo pensé que era un gato, wey! Te lo juró... Es que yo no veía por afuera de la cámara, yo veía la camarita porque tenía el nightshot. Yo veía así [sin mirar la cámara] y no veía nada , pero cuando veía por la cámara, pues, sí distinguía algo, wey... Entonces, cuando voltea y veo los ojos, pues, al principio sí me "saqué de pedo" bien cabrón. Y luego dije 'pues era un gato' y luego vi el video, y no se veía tan gato, pero igual y sí era un gato. Pero al momento dije "sea o no, yo me voy a salir corriendo..."
Estaba yo leyendo un libro de Carl Sagan, que se llama Miles de Millones. Venía algo muy interesante que decía que los crédulos compran lo que sea. Los crédulos son las personas más fáciles de venderles productos milagro y pendejadas. O sea, aquellos que creen en los ovnis, que creen en ángeles, que creen en energías, en amuletos, en limpias, en brujas, en santeros. Todos esos, es gente que se gasta mucha lana en ese bienestar que puede significar una falsedad, porque además, ni siquiera te venden un producto, ¿no? No te están vendiendo un abanico o un ventilador que hace tal cosa, o una máquina. Te venden una fe.
Entonces, habla del negocio que es la credulidad en el mundo, y cómo las revistas que se encargan de hablar de este tipo de temas, se anuncian un chingo de gente que en realidad, lo único que hacen es vender humo. A final de cuentas, creas o no, lo único que te venden es eso, es humo. [...] Entonces, a raíz de eso, empezamos a hacer estupideces en nuestros programas de televisión, como para atacar a esa parte crédula, y ver hasta dónde podíamos llegar burlándonos de ese desmadre. (Subrayado es mío).
La neta es que, fue impresionante cómo el rating empezaba a crecer, estupidez tras estupidez, que dijimos "wey, no puedo creer que la gente te crea estas cosas y que realmente se enganchen tanto en estas cosas". Yo siempre he creído que, lo que más vende en la televisión es el morbo. Ya sea el morbo por los desnudos, o morbo por espiar a alguien, o el morbo por descubrir algo... Entonces, empezamos a hacer nuestros videos engañosos, donde la gente se la creía muy cabrón. Entonces hicimos: ponle un video del chupacabras, donde íbamos a dejar una cámara toda la noche (para esto, sedaron una vaca, sedamos una vaca y le pusieron una prótesis como de que estaba toda abierta ensangrentada), y entonces llegábamos y "no mames, la vaca, la atacó un chupacabras. Qué cabrón. Vamos a pasar toda la noche aquí"...
Dejábamos una cámara, yo con Tabo nos encargábamos mucho de la realización de que se viera, pero casi no. Como que si se veía demasiado, ya chafeaba; y si no se veía nada...Entonces, por ejemplo, poníamos una gallina en un maizal, y hacíamos como una pata de alien, pasaba corriendo y la gallina se destripaba... Hicimos ese del chupacabras, que atacaba una gallina, 18 puntos de rating cuando nuestro programa tenía 12. Hicimos después uno en que le enseñábamos a Jaime Maussán, lo que era un bebé alien hecho en Televisa, tenía unas bombas como de jeringas, respiraba el mono, se movía, movía los ojos, 22 puntos de rating. Eran producciones baratísimas, era echar alcohol en las pirámides de Villa Olímpica. Nos creyó Maussán. Maussán se lo creyó y dijo "este video es impresionante, nunca había visto algo así, ¿me lo prestas para analizarlo?". Y le dijimos, "Maussán, yo lo hice, wey, aquí está el alien, mira". Pero le poníamos aceite al alien para que se viera brilloso.
Hicimos ese, hicimos la bellísima niña del panteón. (Subrayado es mío).
Entrevistábamos gente, todos actores, todos decían que sí. ¡Wey, hubo gente que sí se traumó y empezó a zurrar en bacinicas porque pensaban que podía salir el cerductor. Y¡ la neta es que la gente crédula se cree lo que sea! En mis teorías de la conspiración, creo que es un gran negocio para las redes y para los periódicos y para toda la información, hablar de algo más cabrón. Antes era religión, brujas y estas cosas, y ahora siento que a la gente le encanta pensar que lo que conocemos no es donde termina, sino que ahí es nuestra realidad pendeja, pero que hay una cosa mucho más arriba, informada y planeada, que domina el pedo; y entonces la gente cree que al saber ese pedo, al brincar a esa esfera, al salir de esto va a conocer la matrix y va a decir "pendejo tú porque no sabes que hay pirámides en la Antártida, pendejo tú que no sabes que Cristo tuvo hijos, pendejo tú que no sabes lo que yo sé", cuando en realidad todo ese pedo creo que termina siendo un cúmulo de mentiras bien organizadas, para que la banda consuma más información, más datos en internet, más páginas, y todo eso está rodeado de publicidad pendeja que te la estás tragando por estar consumiendo esa literatura chaqueta que antes eran fantasmas, después vampiros, y ahora llega a unos niveles que ya ha ido escalando; pero la magia es como mantenerlo entre la realidad y la ficción.
Entonces, si me preguntan a mí, yo no creo en esas mamadas pero sí creo que es un gran negocio la gente que está envuelta en toda esta pinche teoría de la conspiración, que son pura gente muy crédula, que consumen videos de YouTube... Si te pones a ver en YouTube, es el tema más solicitado. Y entonces, imagínate el tráfico que genera esta pinche credulidad, wey. La gente crédula es gente muy fácil de convencer, y es gente que está consumiendo, que está aportando dinero a las redes sociales. A final de cuentas, la conspiración es: trágate mis pinches cuentos, dame tu dinero.