Yo también era de los que pensaban que UPyD no se iban a presentar a las galaicoelecciones, pero hete aquí que se presentan. Y atendiendo a los nombres de las listas, con personas que ya participaron en anteriores comicios sin mucha suerte.
Lo bueno de UPyD es que no engaña, dice lo mismo en todas partes, cosa que no sucede con otros partidos de ámbito estatal. (Ahora bien, si lo que dices no vale para nada, que lo digas en todas partes es lo de menos). No criticaré gratuitamente a UPyD, defienden cosas muy razonables. En ocasiones parece que han cogido el CIS, trending topics y sondeos varios y de ahí han sacado el programa. No es esto algo malo o bueno, no lo valoro, tan solo constato esa impresión.
El problema de UPyD no es tanto el contenido del programa (salvando alguna incorrección en la descripción del contexto que motiva las propuestas y alguna ausencia notable, queda un programa de izquierda jacobina normalito), sino la losa de presentarse como un nasty party. Es decir, tienen que esforzarse no tanto en convencer a la gente de sus propuestas como cambiar la imagen que se tiene de ellos. Basta con que cualquier pinchauvas recuerde lo de «gallego en el sentido peyorativo del término» para que la masa les lance tomates.
Con escasísimas posibilidades de obtener representación por Pontevedra o Coruña, UPyD se presenta en mi opinión con la intención de reforzar su imagen de marca. Con esto presente, veamos cómo interpretan la situación y qué proponen.
Una política al servicio de los ciudadanos
Dedican muchas líneas a decir que el control político debe devolverse a los ciudadanos, que los políticos tradicionales no escuchan a la gente y muchas cosas sin aplicación concreta.
En Educación, quieren devolver la competencia al Estado central, manteniendo la gestión con una Carta Otorgada (supongo). Para ellos esto es muy importante ya que persiguen la cohesión -homogeneización- cultural y territorial. Su concepto de educación está restringido a la pública, laica y mixta. Rápidamente pasan a hablar de los valores europeos, como si eso existiera, y de vaciar la educación de contenido ideológico (lo que es en sí mismo una ideologización muy fuerte en detrimento de la libertad de enseñanza). En cuanto a elección de idioma en la enseñanza, están de acuerdo (pero sólo darán a elegir entre gallego y castellano, discriminando al resto).
Prometen libros y material escolar gratuitos mediante algún mecanismo de préstamos. ¿Sería mucho pedir que se recuperara la Enciclopedia Álvarez para ahorrar?
En Universidades, proponen fusionar las tres universidades públicas y especializar los siete campus. Supongo que lo proponen para ahorrar dinero, porque en cuanto a calidad y resultados no veo en qué influiría.
En Cultura, quieren fomentar no sólo la asistencia a actos culturales sino también la «participación activa del ciudadano». Esto debe ser lo del asqueroso teatro moderno, en que los actores hacen participar al público. Que se lo coman con patatas.
Defenderán que los topónimos puedan expresarse en función del idioma que se esté usando. Supongo que eso significa doblar la toponimia oficial, es decir, gastar tinta. En serio, si nos referimos a un sitio y sabemos de qué sitio estamos hablando, yo no veo el problema de que cada cual lo haga como le de la gana. En este sentido, yo haría una ley que prohibiese las leyes sobre topónimos. O mejor: prohibir la oficialidad de todas las lenguas. ¿Por qué una lengua tiene que ser oficial?
En Sanidad quieren la homogeneización estatal también. Es curioso que busquen una política salarial sanitaria común en todo el país cuando los productos y servicios no tienen el mismo coste en todo el país.
UPyD, al igual que el resto excepto el PP, propone suprimir diputaciones y fusionar ayuntamientos. No explican el proceso de fusión y aluden a valoraciones objetivas, etc.
En Desarrollo Rural proponen prácticamente lo mismo que el PP: igualar servicios, invertir más en el campo y que la gente por arte de magia se fije al territorio. En Pesca tampoco dicen nada nuevo.
En Industria y Empleo no mencionan la dualidad del mercado laboral, ni siquiera mencionan la libertad horaria o la liberalización de servicios profesionales. En este apartado, por tanto, no proponen ningún cambio destacable, cuando debería ser la parte más importante del programa.
En Urbanismo quieren que la Xunta quite a los ayuntamientos la competencia porque supongo que piensan que la Xunta es menos proclive a la corrupción que los consistorios o puede que piensen que así se agilizarán trámites. Intuyo que de llevarse a cabo esta reforma, los propietarios que presenten alegaciones a los planes de ordenación urbanística, tardarán décadas en obtener respuesta.
Regeneración democrática
Como el PP, UPyD quiere reducir a 61 el número de diputados, eso sí, con una circunscripción única. También buscan pasar de D'Hondt y aplicar la fórmula de Hare.
Ley de Transparencia, políticas anticorrupción... todo muy normal hasta que llegas al idioma para acceder al empleo público. Dicen que conocer la lengua cooficial será un mérito a tener en cuenta, pero que en ningún caso será un requisito. Vale, quitas el castellano como requisito para acceder a un empleo público, pero su conocimiento seguiría siendo un mérito, seguiría sumando puntos, con lo que esta supuesta reforma dejaría todo igual. Creo que UPyD tiene muchos problemas con los idiomas. Cada vez que toca el tema, causa el caos. Y es que también cómo es la gente, que se emperran en hablar en idiomas que otros no conocen. Qué lío ¿no?
Estado autonómico
(*Nota: lo que destaco en negrita son epígrafes de los programas).
Aquí hablan de duplicidades y de los observatorios de la alcachofa, lamentablemente no lo hacen para pinchar la burbuja estatal, sino para trasladar el peso muerto de una administración a otra. Así, proponen un modelo federal que delimite constitucionalmente las competencias de las administraciones sin más vuelta de hoja. Estoy muy de acuerdo con esto, pero no en el sentido jacobino. Cuando UPyD habla de competencias parece que éstas sólo responden a caprichos de políticos idiotas de provicias y no a una legítima posición política de parte de la población (mayor en unos sitios que en otros).
A esto se le une el tufillo de querer hacer «cosas razonables» cuando en realidad lo que haces es defender una (legítima) posición política. Limítense las competencias, primero las del conjunto de la administración para salvaguardar las libertades individuales, la propiedad privada y el libre comercio y a partir de ahí, debátase sobre lo que debe hacer el gobierno central, los regionales y los locales. No sé, a lo mejor es más eficaz y tiene más apoyos descentralizar las competencias de las Fuerzas Armadas en las autonomías, por ejemplo. O descentralizar la educación infantil y primaria en las familias. Vaya usted a saber.
En financiación autonómica, la propuesta de ajustarla a presupuestos del año en curso me parece fundamental.
Conclusión
Tras leer el programa, me da la sensación de que se presentan a estas elecciones de un modo un tanto forzado. El programa apela constantemente al conjunto del país, mencionando la devolución de competencias, por ejemplo. Pero de él también se sustrae una oferta política inexistente: la de la izquierda nacional abandonada por el PSOE. Habrá que estar atentos al efecto «coche escoba» que pueda tener, aunque su inexistente presencia social e institucional en Galicia los convierte en una opción residual en estas elecciones.