Después de tantas entradas de verdura me apetece un dulce. Estuve viendo las propuestas que Marhya hizo el otro día para el desayuno y me quedé prendada de estas galletas. No necesitan reposar en la nevera, se hacen rapidísimo, tienen un toque crujiente que me fascina y el resultado es fabuloso. No da nada de pereza ponerse a ello, incluso si esperamos visita para la merienda da tiempo perfectamente porque en media hora las tienes. Te vas a quedar sin probarlas?
Con estos ingredientes salen 19 galletas, para que os hagáis una idea. Tuve que hacer dos tandas para llevar a casa de mis padres, pues yo ya me había comido unas cuantas...
INGREDIENTES
-110g. de mantequilla a temperatura ambiente
-60g. de azúcar moreno
-155g. de harina corriente
-35g. de chocolate 80% de cacao
-1 cucharada sopera de arándanos deshidratados
-2 cucharadas soperas de copos de avena
PREPARACIÓN
Ni que decir tiene que yo he amasado en la amasadora pero no hace falta en absoluto. En un cuenco amplio la mezcla quedará estupenda. En la tabla de madera picamos los arándanos muy finos con un buen cuchillo bien afilado y los ponemos en un plato. Ahora, un poco más grueso picamos el chocolate y también lo ponemos en el plato. Ponemos ahora en el plato también las dos cucharadas de copos de avena y lo mezclamos todo muy bien.
En el bol de la amasadora ponemos la mantequilla a temperatura ambiente para que esté blanda y añadimos el azúcar moreno. Lo ponemos a velocidad 2 y mezclamos unos minutos. ahora vamos poniendo la harina y dejamos que se mezcle todo bien.
Por último ponemos la mezcla que teníamos en el plato y dejamos que se integre todo muy bien.
En la bandeja de horno ponemos papel para horno y encendemos este para que alcance 180º. Lo he puesto función aire. Vamos cogiendo bolitas no muy grandes y las ponemos sobre el papel de horno aplanándolas un poco pero que no queden demasiado finas.
Cuando hayamos terminado el horno habrá alcanzado la temperatura. Metemos la bandeja en la ranura del medio y lo tenemos unos 20 minutos. Al sacarlas están algo blanditas pero a medida que se enfrían se endurecen. Poner a enfriar sobre la rejilla del horno.
Conviene conservarlas en una lata. Os van a encantar.